El comerciante Fang Bin, quien había mostrado las primeras imágenes de la devastación que causó el covid en la ciudad de Wuhan, fue puesto en libertad por las autoridades chinas tras haber pasado tres años encarcelado.

Fang era empresario del rubro textil hasta principios de 2020, cuando comenzó a divulgar en redes sociales imágenes de lo que sucedía en los hospitales de su ciudad, donde se inició la pandemia.

Las imágenes mostraban el colapso de los hospitales, abarrotados por las consultas, con gente tirada en los pasillos, y hasta escenas de cadáveres apilados en casas funerarias a la espera de ser sepultados, en muchos casos en fosas comunes.

Si bien YouTube está prohibido en China, Fang creó un grupo en WeChat, un WhatsApp chino, para mostrar narrar lo que sucedía y sus vídeos tuvieron millones de visualizaciones.

"Honestamente, no sabía que algo andaba muy mal hasta que la ciudad fue puesta en cuarentena. Fui al hospital más grande y estaba lleno de gente, pero en ningún momento vi allí a las cámaras de las televisiones locales preguntando a la gente qué es lo que estaba pasando. Entonces pensé: si no quieren ir, iré yo y filmaré", explicó Fang en declaraciones al canal France24.

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A raíz de esas filmaciones se hizo conocido como "periodista ciudadano"; sin embargo, registrar ese tipo de contenidos está prohibido en China, por lo tanto, en febrero de 2020, fue detenido y permaneció en la cárcel hasta la semana anterior.

Según diversos medios internacionales, Fang se encuentra en su casa de Wuhan, aunque vigilado de cerca por integrantes del Ministerio de Seguridad Pública, para evitar que vuelva a cometer algún delito.

Pero Fang no fue el único "periodista ciudadano" detenido en Wuhan: Zhang Zhan, una abogada y activista, fue condenada en diciembre de 2020 a cuatro años de prisión también por "provocar peleas y problemas" por la difusión de ese tipo de material