Chile declara el estado de emergencia en sur del país por el conflicto con los mapuches
Abarca las provincias de Biobío, Arauco, Malleco y Cautín, en el sur del país y se debe a la escalada de violencia que se registra en esta zona.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, decretó hoy martes un estado de emergencia en las provincias de Biobío, Arauco, Malleco y Cautín, en el sur del país, debido a la escalada de violencia que se registra en esta zona por el conflicto con el pueblo originario mapuche.
"La grave situación requiere que el Estado haga uso de los medios y capacidades institucionales y los mecanismos contemplados en la Constitución y las leyes para proteger a la población, resguardar el orden público y el Estado de derecho, y asegurar el pleno goce de los derechos constitucionalmente reconocidos", señaló el mandatario en el palacio de gobierno, en la capital chilena.
Piñera explicó que decretó esta figura constitucional para "permitirles a los habitantes de las zonas afectadas vivir con mayor paz y ejercer mejor sus libertades y derechos, sin miedo y sin violencia".
El anuncio se concretó tras los "graves y reiterados" hechos de violencia cometidos por grupos armados en las regiones del Biobío y La Araucanía, en el sur del país, explicaron desde la Presidencia chilena.
La medida tendrá una duración de 15 días, prorrogables por otros 15 días, de acuerdo con lo establecido en la Constitución y la ley de Chile.
Militarización de la zona
El estado de excepción permite militarizar la zona y prestar apoyo logístico, tecnológico y de comunicaciones, así como de apoyo de vigilancia, patrullaje y transporte, a los procedimientos policiales que se desarrollen en el territorio designado.
En el sur de Chile persiste desde hace décadas un conflicto entre comunidades que reclaman las tierras de sus ancestros y las empresas agrícolas o forestales que las poseen legalmente, que en los últimos años ha derivado en episodios de violencia en los que murieron varios comuneros, policías y agricultores.
Los grupos mapuches reclaman la restitución de sus tierras ancestrales en las regiones de Biobío y Araucanía.
Desde las comunidades indígenas existen distintas sensibilidades para abordar la relación con el Estado chileno, desde grupos que abogan por la asimilación, hasta grupos radicalizados que instan por la autonomía política y administrativa.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas de Chile, a partir del censo celebrado en 2017, de las 2.185.792 de personas que pertenecen a algún pueblo indígena u originario en el país sudamericano, 79,8 por ciento son del pueblo mapuche.