A una semana de la segunda vuelta electoral en Perú, que tendrá lugar el 6 de junio, las enormes diferencias que inicialmente marcaban las encuestas en favor del candidato de izquierda Pedro Castillo, se han ido reduciendo, hasta situarse en una franja que se aproxima a lo que podría denominarse empate técnico.

En ese nivel de paridad es que el país dirimirá quién será el nuevo presidente entre dos extremos ideológicos pero convergentes en un punto: que será un duelo de ultraconservadores, porque tanto el izquierdista radical Pedro Castillo como la ultraderechista Keiko Fujimori rechazan la igualdad de género, el matrimonio homosexual y el aborto.

De todos modos, el próximo mandatario será populista y conservador, independientemente de quién gane, de acuerdo con el informe publicado en France24 por Carlos Herranz y Florencia Valdés.

El contexto en el que se desarrollará el comicio lo brinda como una evidencia más en forma de dato: casi un tercio de la población en Perú no puede cubrir sus necesidades básicas, según el Instituto Nacional de Estadística, ya que la pandemia la incrementó en 10 puntos porcentuales, empujando a tres millones de nuevos pobres a la precariedad total.

La pregunta que se hacen, y seguramente estará subyacente al voto, es si esta campaña, tan polarizada entre extremos, responde, si es el reflejo, de una sociedad así de polarizada.

Y la otra, aunque más reservada a analistas, es ¿cuál será la receta de ambos contendientes para encarar la inestabilidad política que arrastra el país?

El compromiso que les hicieron firmar a los candidatos la Iglesia y otras ONG´s, de no aplicar ningún subterfugio o maniobra para quedarse en el poder más allá del mandato, habla a las claras de las aprehensiones que existen en la sociedad acerca de la continuidad del proceso institucional.

De acuerdo con el último estudio electoral realizado por IPSOS, el candidato izquierdista Pedro Castillo aún mantenía el liderazgo de la preferencias electorales: llegó al 52.6% de respaldo ciudadano, mientras que su rival Keiko Fujimori alcanzó el 47.4%.

Del sondeo realizado con cédula y ánfora, por otro lado, se demuestra en el desagregado por regiones que Fujimori lidera solo en Lima con el 59%.

El resto es dominado, ampliamente, por Castillo: norte con 45%, centro con 61%, sur con 63% y oriente con 53%, por lo que un acercamiento mayor que acorte los 5 puntos de distancia sólo podría provenir de los indecisos, los anti de uno u otro, que junto a los que anularán el voto llegaban al 12$ hace dos semanas.

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Los encuestadores que simpatizan más con la entente derechista encolumnada detrás de Fujimori dan proyecciones más optimistas para ese lado de la grieta peruana: El Intransigente asegura que el candidato socialista Pedro Castillo descendió en las intenciones de voto frente a la derechista Keiko Fujimori y ahora ambos figuran prácticamente empatados, pone como fuente un sondeo del último viernes de Datum internacional.

Le da 41,6% de respaldo a Castillo, 3,3 puntos menos que en un relevamiento anterior, contra un avance de 1,4 puntos de Keiko, a la que otorga un 41,5% de la intención de voto.

La encuestadora afirma que el número de indecisos aumentó levemente en el sondeo, lo que hace impredecible el resultado para la segunda ronda electoral del 6 de junio: un 16,9% dice que votará en blanco, nulo o que aún no decide por quien hacerlo, frente al 15% de la encuesta anterior, informó Reuters.

En un tercer simulacro de votación efectuado por Datum Internacional, Castillo aparece con un 42,6% de los votos, 2,9 puntos porcentuales menos que en el previo, en tanto que Fujimori tiene un 41,7%, con 1,6 puntos porcentuales de incremento.

El repunte de Fujimori en las encuestas fue celebrado por los mercados, que juegan su propio partido, lo cual se refleja en la evolución de la moneda peruana, el sol. En tanto, el índice selectivo de la bolsa limeña también mejoró

El sol venía de tocar el miércoles un nuevo mínimo histórico en medio de la incertidumbre del mercado ante la posibilidad de un cambio radical al modelo económico si triunfara Castillo, pero los últimos resultados de las encuestas lo entonaron.

La paridad que muestran las encuestas pronostican un futuro complicado para cualquiera de las partes que quiera imponer reformas.