Como respuesta al cambio climático, el Parlamento Europeo votó a favor de prohibir la venta de autos que funcionen con combustibles fósiles, como la nafta, el diésel y el gas, a partir de 2035. Bruselas propuso que a partir de ese año no se puedan vender ni comprar autos nuevos con estas características. 

El objetivo de esta medida impulsada por la Comisión Europea es reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) al cien por ciento y para eso buscarán vetar totalmente a los vehículos que son impulsados por estos combustibles. 

Si bien la medida todavía no es una Ley definitiva, en los próximos meses se negociará entre los 27 países miembros de la Unión Europea. La primera iniciativa de este futuro proyecto recibió 339 votos a favor, 249 en contra y 24 abstenciones. Una vez finalizada la medida entre todos los países de la UE, cada país producirá un modelo de clima y energía propio. 

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Esta decisión significaría el fin de la era de los autos a combustión y el nacimiento de una encabezada por los autos eléctricos. La medida tomada en esta instancia por la UE, también es un incentivo para que los fabricantes europeos, como Volvo y Volkswagen, aceleren el proceso de mutación hacia los coches eléctricos. 

Por otro lado, también le exige de alguna forma a los fabricantes extranjeros que deberán cambiar su método de producción de los autos si es que quieren seguir vendiendo sus vehículos al continente.

Además de un plan para frenar el cambio climático, las autoridades europeas sumaron al proyecto un plan para no afectar la vida diaria de los ciudadanos. Entre 2025 y 2032, con un fondo social de 72.000 millones de euros buscarán apaciguar el aumento del suministro eléctrico tanto en los transportes como en los hogares europeos. LEE: Honduras denuncia la doble moral de EEUU y le pone más tensión a la Cumbre de las Américas

Este proyecto fue pensado como un cambio pausado. En 2030 esperan que los vehículos liberen un 55% menos de CO2, para que en 2035 llegue al 100% y sea definitivo que los autos nuevos no liberen este gas de efecto invernadero. 

En cuanto a los automóviles que ya existen, podrán seguir funcionando con normalidad. Sin embargo, el objetivo de la Comisión Europea como medida ecológica es que para 2050 los autos que funcionan a nafta, diésel o gas hayan desaparecido completamente y sean reemplazados por los autos eléctricos.