Equipos de bomberos luchaban contra decenas de incendios forestales en todo el estado de California, al menos 20 de gravedad especialmente en la Bahía de San Francisco, donde cientos de personas recibieron la orden de evacuar sus hogares.

Las autoridades adjudicaban las llamas a la intensa ola de calor seco.

Una de las ciudades más afectadas era San Francisco.

En el este de la Bahía de San Francisco, cerca de 20 incendios amenazaron a alrededor de 1.400 estructuras en un terreno accidentado con maleza densa.

Los fuertes vientos y la baja humedad hacían que controlar las llamas fuera aún más desafiante para los organismos de emergencias.

Otra de las zonas fuertemente golpeadas es la de Vacaville, ubicada entre San Francisco y Sacramento, la capital del estado.

A la ola de calor la siguió una serie de numerosas tormentas eléctricas.

Así, California fue golpeada por cerca de 11.000 rayos que causaron 367 nuevos incendios, dos docenas de ellos de gravedad, según las autoridades.