El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, recibió el viernes el aval del árbitro electoral para buscar su reelección en los comicios de principios de 2024, una decisión cuestionada por sus adversarios y algunos países como Estados Unidos.

Con cuatro votos de sus cinco magistrados titulares, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) formalizó la candidatura de Bukele y su vicepresidente, Félix Ulloa, para los comicios del 4 de febrero.

La semana pasada, el popular mandatario, de 42 años, solicitó su inscripción como aspirante presidencial del oficialismo, en la fecha límite fijada por el TSE para admitir candidaturas.

En 2021, la máxima corte del país centroamericano, cuyos miembros fueron designados por el Congreso controlado por el oficialismo, dictaminó que Bukele podía extender su período hasta 2029 a pesar de que la Constitución prohíbe los mandatos consecutivos.

Una reciente encuesta del Centro de Estudios Ciudadanos de la Universidad Francisco Gavidia (CEC) le da al binomio presidencial del oficialismo un 68.4% de apoyo frente al 4.3% de su más cercano perseguidor.

Bukele, en el poder desde el 1 de junio de 2019, goza de una popularidad sin precedentes, en gran medida, por una "guerra" contra las pandillas que ha "liberado" zonas enteras del país centroamericano antes controladas por los delincuentes. La medida ha recibido diversas críticas por supuestas violaciones a los derechos humanos.

El presidente ha negado rotundamente esos señalamientos y de que habría acordado treguas con las pandillas a cambio de beneficios carcelarios. En mayo, el ex presidente salvadoreño Mauricio Funes fue condenado a 14 años de prisión por negociar con esos grupos delictivos.