Fueron 11 de los 13 candidatos que respaldó el presidente de la República Federativa del Brasil, Jair Bolsonaro, los que sufrieron derrotas en la segunda vuelta de los comicios regionales, este domingo 29 de noviembre.

La centroderecha se impuso en las alcaldías de Río de Janeiro y Sao Paulo.

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se quedó sin movimiento político tras abandonar en 2019 el Partido Social Liberal con el que llegó a la Presidencia.

Aunque las elecciones municipales estén marcadas por intereses locales, suelen funcionar como un termómetro de la política brasileña, indica este lunes el sitio France24.com

Al igual que en la primera vuelta del pasado 15 de noviembre, este domingo los resultados mostraron un revés al apoyo de los brasileños hacia las políticas del mandatario.

En Sao Paulo, la ciudad más poblada de la nación y con nueve millones de personas aptas para votar, el alcalde Bruno Covas, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSB), de centroderecha, ganó la reelección con el 59.3 % de los votos.

Dejó por fuera una vez más al político respaldado por el jefe de Estado, Celso Russoman, quien en la primera ronda electoral solo obtuvo el 10 % de los sufragios.

En esta ocasión, los resultados mostraron que más cerca del ganador estuvo el líder de los sin techo, Guilherme Boulos, del progresista Partido Socialismo y Libertad (PSOL), quien alcanzó el 40.6 % de respaldo.

Entretanto, en Río de Janeiro, la segunda ciudad con más electores del Brasil, la Administración quedó en manos del exalcalde Eduardo Paes, tras conquistar el 64.11 % de los votos.

Allí quedaron estancadas las intenciones reeleccionistas del actual gobernante local, Marcelo Crivella, del Partido Republicanos y candidato del presidente, quien quedó atrás en la competencia al obtener el 35.89 % de apoyo.

En Fortaleza, la quinta mayor ciudad del país, el Capitán Wagner, otro candidato bolsonarista, perdió de forma ajustada con el izquierdista José Sarto.

Formaciones de izquierda tuvieron mejor desempeño que los candidatos del presidente.

Entre ellas, el Partido Democrático Laborista (PDT), que gobernará dos capitales; el Partido Socialista Brasileño (PSB), con otras dos; así como el emergente Partido Socialismo y Libertad (PSOL), que ganó la alcaldía de Belén.

El Partido de los Trabajadores del expresidente Lula Da Silva también sufrió una debacle.

Por primera vez desde 1985, este partido político del popular expresidente Luiz Inacio Lula Da Silva, no gobernará ninguna de las capitales brasileñas.

Este movimiento perdió los comicios en las ciudades de Recife y Vitoria, en el noreste del país, las dos capitales que disputaba en esta segunda vuelta.

Con el 99,62 % de los votos escrutados, en Recife, Marilia Arraes, protegida política de Lula, alcanzó el 43.76 % de los votos, por lo que perdió con su primo Joao Campos, quien logró el 56.24 % de papeletas a su favor.

Campos se convierte además en el alcalde electo más joven de una capital del país, con 27 años de edad.

De esta manera, en la capital del estado Pernambuco el Partido Socialista Brasileño (PSB) se mantiene en el poder.

En Vitoria, un antiguo fortín electoral del PT, se impuso el candidato del partido Republicanos, el comisario Lorenzo Pazolini, con el 58.5 %, y desbancó al progresista Joao Coser, con el 41.5 %.

Esta es una de las dos únicas victorias de Bolsonaro en esta jornada electoral, junto a Tiao Bacalom que ganó en Río Branco.

El PT registró el récord de gobernar nueve capitales en 2004, en el segundo año del mandato presidencial de Lula Da Silva, pero ahora está lejos de esas victorias.

Estos comicios confirmaron un giro hacia la derecha moderada respecto a las elecciones de 2018, dando un impulso a los partidos tradicionales de centroderecha para las presidenciales de 2022.