El ex presidente de Bolivia, Evo Morales (2006-2019), líder del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), anunció su decisión de abandonar la marcha que encabezaba con el argumento de que desde el Gobierno "satanizan" su figura política, al buscar la reelección en los comicios presidenciales de 2025. 

"Como tanto satanizan, penalizan, criminalizan a Evo, he decidido después de esta jornada retirarme de la marcha", manifestó el exmandatario boliviano ante sus seguidores, quienes se dirigían a la localidad de Lahuachaca, en el Altiplano andino, a 128 kilómetros de la ciudad de La Paz.

El anuncio de Morales se produce en medio de crecientes críticas y denuncias por parte de funcionarios del Gobierno del presidente boliviano, Luis Arce, que acusan al político de fomentar la violencia, al pretender acortar el actual mandato presidencial y habilitar a cualquier costo su candidatura para regresar al poder mediante la reelección.

Morales inició el martes una caminata desde la región del Altiplano con destino a La Paz, en defensa de que se respete su derecho a participar en las elecciones presidenciales de 2025.

La marcha abarcaba unos 190 kilómetros y era acompañada de simpatizantes de sectores afines como campesinos, indígenas y mineros, según la agencia de noticias Xinhua.

Inicialmente, la marcha contra el Gobierno incluía demandas económicas, pero se transformó en un escenario político para promover la candidatura de Morales a los comicios del próximo año, lo que generó el rechazo desde el Ejecutivo.

Las tensiones entre ambas posiciones políticas aumentaron luego de que varios ministros del gabinete de Arce acusaron a Morales de orquestar un intento de golpe de Estado.

El Gobierno del presidente Arce enfatizó que los recientes bloqueos y movilizaciones impulsados por el exmandatario no solo afectan la estabilidad política del país, sino también la económica.

El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, advirtió en tal sentido que la economía boliviana se debilió debido a los conflictos internos, a lo que se suma el 
contexto global. En tanto, el vicepresidente David Choquehuanca fue tajante al señalar este miércoles que "si violas la Constitución (...) estás violando el sistema legal y la institucionalidad democrática, lo cual constituye un delito que está penado por la ley".