El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el congresista republicano Kevin McCarthy parecían más cerca de un acuerdo el jueves para recortar el gasto y elevar el techo de la deuda pública, de 31,4 billones de dólares, con poco tiempo por delante para evitar el riesgo de impago.

Una persona conocedora de las conversaciones dijo que el acuerdo podría especificar la cantidad total que el Gobierno puede gastar en programas discrecionales como la vivienda y la educación, aunque no lo desglosaría en categorías individuales.

Las dos partes están a sólo 70.000 millones de dólares de distancia de una cifra total que superaría con creces el billón de dólares, según otra fuente.

Biden señaló que las dos partes siguen discrepando sobre el destino de los recortes. "No creo que toda la carga deba recaer en los estadounidenses de clase media y trabajadora", dijo a los periodistas.

El Departamento del Tesoro ha advertido de que el Gobierno federal podría quedarse sin dinero para cubrir todas sus obligaciones tan pronto como el 1 de junio, dentro de una semana, pero el jueves anunció planes para vender deuda por valor de 119.000 millones de dólares que se liquidará en esa fecha, lo que para algunos observadores del mercado sugiere que esa fecha no es un plazo inamovible.

Cualquier acuerdo tendrá que ser aprobado por la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, y el Senado, con mayoría demócrata. Eso podría ser complicado, ya que algunos republicanos del ala derecha y muchos demócratas liberales se mostraron molestos ante la perspectiva de un compromiso.

"No creo que todo el mundo vaya a estar contento al final del día. Así funciona ahora el sistema", dijo McCarthy, que ejerce como presidente de la Cámara de Representantes. Su oficina no respondió a una petición de comentarios sobre el posible acuerdo con Biden.

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El acuerdo sólo establecería las líneas generales del gasto, dejando a los legisladores la tarea de rellenar los espacios en blanco en las próximas semanas y meses. Se especificaría la cantidad total de gasto militar, que sería un punto de fricción clave en las conversaciones, según una fuente.

Según el legislador demócrata Mark Takano, Biden se ha resistido a las propuestas republicanas de endurecer los requisitos laborales para los programas de lucha contra la pobreza y relajar las normas de perforación petrolífera y de gas.

El congresista Kevin Hern, que lidera el poderoso Comité de Estudios Republicanos, dijo a Reuters que es probable que haya un acuerdo el viernes por la tarde.

Mientras los republicanos se jactan de sus avances, McCarthy se prepara para dejar posiblemente que los legisladores salgan de Washington el jueves para un receso vacacional de una semana, con la condición de que tienen que estar listos para volver para una votación. El Senado está actualmente fuera, pero tiene órdenes similares de estar listo para regresar.

Un impago podría hacer tambalearse los mercados financieros mundiales y empujar a Estados Unidos a la recesión.

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La agencia de calificación crediticia DBRS Morningstar puso el jueves a Estados Unidos en revisión para una posible rebaja, haciéndose eco de advertencias similares de Fitch, Moody's y Scope Ratings. Otra agencia, S&P Global, rebajó la calificación de la deuda estadounidense tras una situación similar en 2011.

El enfrentamiento, que ha durado meses, mantenía asustado a Wall Street, lastrando las acciones y encareciendo el costo del endeudamiento del país. El rendimiento de los bonos del Tesoro con vencimiento a principios de junio subía en el día, en una señal del malestar de los inversores.

El subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, dijo que la preocupación por el techo de deuda había elevado el costo de los intereses del Gobierno en 80 millones de dólares hasta la fecha. Los legisladores necesitan regularmente elevar el límite de deuda autoimpuesto para cubrir el costo del gasto y los recortes fiscales que ya han aprobado.

Los legisladores de la Cámara de Representantes tendrán tres días para leer cualquier proyecto de ley sobre el techo de deuda antes de tener que votarlo. En el Senado, el republicano Mike Lee dijo que bloquearía una votación rápida si no le gusta el acuerdo, lo que podría retrasar la acción durante días.

(Reporte de Nandita Bose, Jarrett Renshaw, David Morgan, Richard Cowan, Moira Warburton, Trevor Hunnicutt, Douglas Gillison y Gram Slattery, Reuters)