Biden se trasladó a la base aérea de Delaware a la que llegaron los restos de los 13 militares muertos en el atentado de Kabul
El Presidente de EEUU y su esposa fueron a la base situada en la localidad de Dover para reunirse con familiares de los soldados fallecidos y asistir al acto de entrega de los cuerpos.
La Casa Blanca informó que Joe Biden asistió a la base a la que fueron repatriados los restos de los 13 militares norteamericanos muertos en el trágico atentado en el aeropuerto de Kabul del pasado miércoles.
En un comunicado emitido el sábado, el presidente Biden calificó a los estadounidenses que perdieron la vida en el bombardeo como "héroes que hicieron el máximo sacrificio al servicio de nuestros más altos ideales estadounidenses y al mismo tiempo salvaron las vidas de otros".
"Su valentía y abnegación ha permitido a más de 117.000 personas en riesgo llegar a un lugar seguro hasta ahora", dijo Biden.
"Que Dios proteja a nuestras tropas ya todos los que están de guardia en estos días peligrosos", añadió.
El mandatario viene siendo fuertemente cuestionado por la forma en la que se decidió el abandono de la ocupación en Afganistán y dejar el camino expedito al regreso del talibán al poder.
Hasta inclusive en el Capitolio un sector de los republicanos alientan un impeachment por responsabilizarlo de las consecuencias de esa medida.
El 26 de agosto, las inmediaciones del aeropuerto de Kabul, el epicentro de las evacuaciones de Afganistán tras el retorno de los talibane, fueron sacudidas por un atentado suicida que se saldó con más de 200 muertos, entre ellos 13 militares estadounidenses, y otros tantos heridos. El ataque fue reivindicado por la rama afgana del ISIS.
El Departamento de Defensa identificó a los miembros del Ejército que murieron mientras ayudaban a evacuar a las personas a un lugar seguro, en el que fue el peor golpe contra su Ejército en Afganistán desde 2011.
Once eran marines, uno era médico de la Marina y otro era miembro del Ejército. Esto es lo que se sabe sobre algunos de ellos.
Provenían de todo el país, desde California hasta Wyoming y Tennessee, y tenían una edad promedio de poco más de 22 años: en concreto, 22,7.
Una semana antes de que la mataran, la sargento Nicole Gee fue fotografiada mientras acunaba a un bebé en sus brazos en el aeropuerto de Kabul. Publicó la foto en Instagram y escribió: "Amo mi trabajo".
Gee, de 23 años y natural de Sacramento (California), era técnico de mantenimiento en la 24ª Unidad Expedicionaria de los Marines con sede en Camp Lejeune en Carolina del Norte.
Otro de los casos es el de Rylee McCollum, de 20 años e infante de Marina, quien era originario de Bondurant (Wyoming), estaba casado y su esposa está esperando un bebé para dentro de tres semanas. Y así el resto de las victimas.
Se ha hecho viral la imagen de algunos bares de EEUU que reservan este fin de semana mesas con trece cervezas en honor a todos los jóvenes fallecidos.