Bajo una creciente presión política, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rompió el jueves su silencio sobre los disturbios en los campus universitarios por la guerra en Gaza, afirmando que los ciudadanos tienen derecho a manifestarse pero no a desatar la violencia.

"Existe el derecho a protestar, pero no el derecho a provocar el caos", afirmó Biden en un discurso pronunciado en la Casa Blanca.

Biden enfrentó críticas por su gestión de la situación, presionado por las imágenes televisivas de los disturbios en los campus que recorrieron el país en los últimos días. Hasta ahora había dejado en gran medida en manos de sus portavoces los comentarios al respecto.

El presidente demócrata, quien aspira a la reelección en noviembre, se movió con cautela para denunciar el antisemitismo, apoyar el derecho de los jóvenes a protestar e intentar limitar los daños políticos a largo plazo.

Biden dijo que ambas partes tienen razón, que la disidencia pacífica es fundamental para una democracia, pero que no se tolerará la violencia.

"Destruir propiedades no es una protesta pacífica. Va contra la ley. El vandalismo, el allanamiento de morada, la rotura de ventanas, el cierre de campus, la cancelación forzosa de clases y graduaciones (...) nada de esto es una protesta pacífica", afirmó.

Además, Biden aseguró que Estados Unidos no es una nación autoritaria que silencia a los críticos, pero que "el orden debe prevalecer".

"La disidencia es esencial para la democracia, pero nunca debe conducir al desorden o a negar los derechos de los demás para que los estudiantes no puedan terminar el semestre y la educación universitaria", indicó.