El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, inició este jueves una misión urgente para conseguir que los estadounidenses apoyen un gasto adicional de miles de millones de dólares para Israel y Ucrania, utilizando un inusual discurso en el Despacho Oval para decir que el respaldo de Estados Unidos es fundamental para los dos principales aliados inmersos en esas guerras.

Biden trató de vincular a los militantes de Hamás en la Franja de Gaza que atacaron Israel con el presidente ruso Vladimir Putin, cuyas fuerzas invadieron Ucrania. "Hamás y Putin representan amenazas diferentes, pero tienen esto en común: ambos quieren aniquilar una democracia vecina", dijo.

Biden habló después de regresar de un viaje relámpago a Israel para mostrar la solidaridad de Estados Unidos tras la incursión del 7 de octubre de militantes de Hamás, que lanzaron ataques desde Gaza y mataron a 1.400 personas en el sur de Israel.

El mensaje de Biden tenía cierta urgencia: Israel está a punto de lanzar una ofensiva terrestre para expulsar a los militantes palestinos de Hamás de Gaza y la tensión está en su punto álgido tras una explosión mortal en un hospital de Gaza.

Biden dijo que Israel no era responsable de la explosión, como habían afirmado los responsables de Hamás, pero añadió: "No podemos ignorar la humanidad de palestinos inocentes que solo quieren vivir en paz y tener oportunidades".

Los adversarios de Estados Unidos están observando cómo se desarrollan ambos conflictos y podrían provocar problemas en otras partes del mundo, dependiendo del resultado, agregó.

El presidente estadounidense habló en un contexto de caos político en Washington, cuando a los republicanos que controlan la Cámara de Representantes se les ha dificultado consensuar un líder tras desbancar a Kevin McCarthy del puesto.

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Biden solicitó un gasto de emergencia que, según funcionarios estadounidenses, ascenderá a unos 100.000 millones de dólares durante el próximo año para Israel, Ucrania y Taiwán, así como para la seguridad en la porosa frontera de Estados Unidos con México.

Es posible que incluya 60.000 millones de dólares para Ucrania y 10.000 millones para Israel, según fuentes consultadas antes, así como miles de millones para Asia y la seguridad fronteriza de Estados Unidos.

Al agrupar las prioridades en un solo paquete, Biden está probando si los legisladores republicanos pueden ser persuadidos de dejar de lado su oposición y estar de acuerdo con el gasto en Ucrania, cuya guerra de 20 meses con Rusia ya ha absorbido miles de millones de dólares en armas estadounidenses sin final a la vista.

Cualquier medida de financiación debe ser aprobada tanto por el Senado, de mayoría demócrata, donde la ayuda adicional cuenta con apoyo bipartidista, como por la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, que lleva 17 días sin presidente.