El presidente de EEUU, Joe Biden, respondió afirmativamente a la pregunta que le hiciera un periodista acerca de si el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, debía renunciar después del informe de acoso sexual que hiciera público la fiscal general del estado.

El jefe de la Casa Blanca es amigo personal del mandatario imputado por violación de las leyes estatales y federales que involucran a trabajadores gubernamentales actuales y anteriores, e inicialmente había evitado abordar las acusaciones.

Pero al igual que el resto de los aliados en esta jornada comenzó a tomar distancia, a pesar de que Cuomo insistió en declaraciones públicas de que nunca había tocado a nadie de manera inapropiada, ni había hecho comentarios inapropiados.

Al anunciar los hallazgos de una investigación independiente sobre las acusaciones contra el influyente político, la fiscal Letitia James afirmó que el gobernador demócrata de Nueva York, Andrew Cuomo, "acosó sexualmente a varias mujeres", incluidas sus empleadas.

"La investigación independiente concluyó que el gobernador Andrew Cuomo acosó sexualmente a varias mujeres y, al hacerlo, violó la ley federal y estatal", dijo James en una conferencia de prensa.

Expuso los datos recopilados en cinco meses de investigación que tomaron como base varios alegatos de acoso y señaló que se entrevistó a 179 personas y se obtuvieron 74.000 pruebas, entre documentos, correos, mensajes y fotos, que "revelan una imagen perturbadora, pero clara".

Añadió que las pesquisas demostraron que Cuomo "acosó sexualmente a empleadas actuales y antiguas del estado de Nueva York al avanzar con toqueteos, besos y abrazos no deseados y no consentidos y al hacer numerosos comentarios de naturaleza sexual sugerente que generaron un ambiente de trabajo hostil para las mujeres".

Y que, además, tomó represalias contra al menos una de ellas por hacer públicas sus quejas.

Inocencia

En un reportaje televisivo, Cuomo insistió en su inocencia: "Quiero que sepan directamente de mí que nunca toqué a nadie de manera inapropiada ni hice insinuaciones sexuales inapropiadas", dijo.

Y dio explicaciones sobre su costumbre de dar besos y abrazos: "Trato de hacer que la gente se sienta cómoda. Trato de hacerles sonreír. Trato de conectarme con ellos y trato de mostrarles mi aprecio y mi amistad", añadió.

"Ahora entiendo que hay perspectivas generacionales o culturales que, francamente, no las había apreciado del todo. Y he aprendido de esto", argumentó, si bien volvió a decir que la realidad dista mucho de la imagen que se ha proyectado de él.

"Tengo 63 años. He vivido toda mi vida adulta a la vista del público. Eso no es lo que soy. Y ese no es quien he sido", afirmó, y agregó que había publicado una respuesta a las acusaciones en su sitio web.

Sin embargo, en general las repercusiones en el ámbito político sobre el comportamiento de Cuomo resultaron adversas.

Anne Clark mencionó un episodio con un policía en el operativo de seguridad: "En un ascensor, mientras estaba de pie detrás del policía, él le pasó el dedo por el cuello por la columna y dijo 'hola'".

A lo que Joon Kim recargó con “las palabras que los testigos han usado repetidamente para describirlo e incluyen 'tóxico', 'hostil', 'abusivo'.

Otros usan palabras como 'miedo', 'intimidación', 'acoso', 'vengativo'”.

Así y todo, la fiscal Letitia James no hará referencias criminales.

"El asunto es de naturaleza civil y no tiene consecuencias penales", apuntó Dana Rubinstein en The New York Times.

"Ahora es el deber de la Asamblea de Nueva York tomar medidas rápidas y apropiadas y avanzar con los procedimientos de juicio político si el gobernador no renuncia", dijo Eric Adams.

Los demócratas del órgano legislativo acaban de concluir una reunión a puertas cerradas sobre Cuomo.

La gran mayoría respalda la redacción de artículos de acusación, según dos personas con conocimiento de la discusión.

El presidente de la Asamblea, indicado como la persona más importante ahora para el futuro de Andrew Cuomo, Carl Heastie, acotó que "la conducta del gobernador descrita en este informe indicaría que es alguien no apto”.

Según los senadores Schumer y Gillibrand: “La gente de Nueva York merece un mejor liderazgo en la oficina del gobernador. Seguimos creyendo que el gobernador debería dimitir”.