Biden capitaliza la condena unánime al ex policía y exige las reformas policiales
El Presidente lo calificó como "un paso gigante en la marcha hacia la justicia", pero dijo que "no es suficiente" para combatir el "racismo sistémico" en Estados Unidos.
El primer mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, exigió en un discurso pronunciado en la Casa Blanca, tras conocerse el veredicto unánime que condenó al expolicía Derek Chauvin por la muerte de George Floyd, que el Congreso apruebe reformas de las prácticas policiales en el país para estar "a la altura del legado" de la víctima.
Celebró que se haya hecho "justicia", y se declaró "aliviado" por la decisión del jurado.
"Este puede ser un momento de cambio significativo", añadió.
Al anunciarse la culpabilidad de Chauvin, se escucharon reacciones de júbilo en la ciudad de Minneápolis, con sonidos de bocinas, gritos de “justicia” y aplausos.
Las más de 600 personas congregadas enfrente de la sede del juzgado, que siguieron la retransmisión en directo en sus teléfonos móviles, se abrazaron y saltaron de alegría con cada cargo anunciado.
“Esto no es una celebración, es solo el primer paso. ¡Esto es una revolución!”, gritó uno de los manifestantes con un megáfono, con el puño levantado.
“Vamos a cambiar este sistema podrido, ya lo estamos haciendo. Esto es solo el principio”, aseguró Joanna Phillip, una joven de 25 años que lloró de alegría al escuchar el veredicto en las inmediaciones del juzgado, donde la palabra "culpable" repetida tres veces se convirtió en el cántico de la multitud.
También se concentraron cientos de personas en la esquina en la cual murió Floyd, en el sur de la ciudad, donde la gente lanzó billetes de manera simbólica a la tienda que denunció al afroamericano por pagar con uno falso.
Los miembros del jurado decidieron de forma unánime que Chauvin es culpable de asesinato involuntario en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; de asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años; y de homicidio involuntario en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad.