Miles de migrantes cruzaron a Estados Unidos esta semana, poco antes de que entre en vigor una nueva regulación que podría impedir que la mayoría de los que traspasan ilegalmente la franja limítrofe soliciten asilo, mientras otros se reunieron del lado mexicano en medio de la confusión reinante.

Estados Unidos puso en marcha el miércoles una norma que supone que la mayoría de los inmigrantes no son elegibles para el asilo si pasaron primero por otros países en los que no buscaron protección o si no usaron las vías legales para ingresar al país.

La nueva regla es una parte clave del plan de control fronterizo del presidente Joe Biden, ya que las restricciones de COVID-19, conocidas como Título 42, finalizarán justo antes de la medianoche del jueves.

Bajo el Título 42, que ha estado vigente desde marzo de 2020, muchas personas que cruzaron la frontera fueron expulsadas rápidamente a México sin la posibilidad de solicitar asilo, lo que provocó repetidos intentos de algunos migrantes.

El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo que la nueva regla significaría consecuencias más duras para los migrantes que cruzan ilegalmente y que, de ser atrapados, podrían ser deportados y excluidos de la posibilidad de calificar para el asilo en Estados Unidos durante cinco años.

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"Estamos dejando muy claro que nuestra frontera no está abierta, que cruzar irregularmente es contra la ley y que aquellos que no sean elegibles para la ayuda (asilo) serán devueltos rápidamente", dijo más temprano Mayorkas en una conferencia de prensa en Washington.

Los migrantes se han estado aglomerándose en México cerca de varias partes de la frontera, muchos de ellos sin saber cuándo o cómo cruzar. Las imágenes de drones mostraron grandes multitudes reunidas en la valla fronteriza de El Paso, en Texas, frente a la aledaña Ciudad Juárez, en territorio mexicano.

En un imponente muro que divide San Diego, en California, y Tijuana, en México, cientos han estado saltando en los últimos días, esperando entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza.

Algunos han acampado durante días bajo mantas térmicas de Mylar, sobreviviendo con barras de granola y agua, mientras esperan el procesamiento de su solicitud en tierra de nadie en suelo estadounidense, entre un muro principal y un muro secundario.

Un grupo de mujeres solteras y una familia con dos niños pequeños de Colombia dijeron que salieron de casa hace siete días, volaron a El Salvador y luego viajaron en autobús a través de Centroamérica y México.

"Escuchamos que el Título 42 iba a terminar y que después de eso no habrá opción", dijo Diana, de 30 años, quien se negó a dar su apellido. La mujer explicó que se enteró del cambio de política a través de las noticias y de boca en boca.

Más de 10.000 migrantes fueron atrapados entre el lunes y el martes cruzando ilegalmente la frontera, según Brandon Judd, presidente de un sindicato de agentes de la patrulla fronteriza.

El total supera un escenario descrito por un alto funcionario fronterizo de Estados Unidos en abril para el período posterior a la finalización del Título 42.

Los agentes fronterizos han sido autorizados a liberar a los migrantes en las ciudades limítrofes si el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) estadounidense y las organizaciones benéficas no tienen la capacidad para aceptarlos, agregó Judd.

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CRÍTICAS DE AMBOS LADOS
Los republicanos han criticado a Biden, un demócrata que se postula para la reelección en 2024, por hacer retroceder las políticas de línea dura del ex presidente republicano Donald Trump, actual favorito para ser el candidato del partido.

Una coalición de 22 fiscales generales estatales republicanos se opuso por separado a la medida, afirmando que está "plagada de excepciones".

Pero algunos demócratas y defensores de la inmigración han dicho que la regulación socava la capacidad de solicitar asilo en las fronteras de Estados Unidos, como exigen la ley estadounidense y los acuerdos internacionales.

La medida contradice declaraciones anteriores que Biden hizo en 2020 en la campaña electoral, cuando dijo que pensaba que era "incorrecto" que las personas no pudieran solicitar asilo en Estados Unidos.

La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) ha señalado que presentará una demanda contra la política de Biden.

La regla, que entra en vigencia el jueves y vence en dos años, se aplicará a la gran mayoría de los inmigrantes no mexicanos que buscan asilo, ya que generalmente pasan por varios países en ruta a Estados Unidos.

Funcionarios del gobierno de Biden dijeron a finales de abril que están ampliando las vías legales para los inmigrantes en el extranjero con el fin de ofrecer formas alternativas de entrar en Estados Unidos y desalentar los cruces ilegales.

En una llamada con periodistas del martes, funcionarios de la administración estadounidense informaron que el Ejecutivo planeaba abrir más de 100 centros de procesamiento de migración en el hemisferio occidental y que lanzaría una nueva plataforma de citas en línea en los próximos días.

También manifestaron que esperaban que México intensifique la aplicación de la ley de inmigración esta semana, incluso en el sur del país.