Las automotrices chinas instaron a Pekín a que tome represalias contra la decisión de Bruselas de imponer restricciones a las exportaciones chinas de vehículos eléctricos, elevando los aranceles sobre los automóviles europeos importados propulsados por gasolina, informó el miércoles el periódico estatal Global Times.

En una reunión a puertas cerradas, a la que también asistieron automotrices europeas, los representantes chinos "pidieron al gobierno que adopte contramedidas firmes (y) sugirieron que se considere positivamente la posibilidad de aumentar el arancel provisional sobre los coches de gasolina con motores de gran cilindrada", según el informe.

La reunión, organizada por el Ministerio de Comercio de China, se celebró en Pekín y contó con la presencia de SAIC, BYD, BMW, Volkswagen y su división Porsche, dijeron dos personas con conocimiento directo del asunto.

El principal objetivo de la reunión era presionar a Europa por los aranceles que Bruselas anunció la semana pasada para proteger su industria automotriz de la competencia china, añadieron.  A la reunión también asistieron Mercedes-Benz, Stellantis y Renault.

Los conocedores de la industria dicen que tanto Europa como China tienen razones para querer llegar a un acuerdo en los próximos meses para reducir las tensiones y evitar la adición de miles de millones de dólares en nuevos costos para los fabricantes chinos de vehículos eléctricos, mientras el proceso de la UE permite su revisión.

GUERRA DE ARANCELES

El anuncio de imponer aranceles podría desencadenar conversaciones entre Bruselas y Pekín destinadas a evitarlos, dijo Stefan Hartung, presidente ejecutivo de Bosch, el mayor proveedor 
de automóviles del mundo.

La Comisión Europea dijo el miércoles que estaba investigando la situación "con miras a discutir si se puede encontrar una solución mutuamente aceptable".

La política comercial de la UE se está volviendo cada vez más proteccionista ante la preocupación de que el modelo de desarrollo de China, centrado en la producción e impulsado por el endeudamiento, pueda inundar el bloque de los 27 con productos baratos, incluidos los vehículos eléctricos, en un momento en que las empresas chinas miran al exterior debido a la debilidad de la demanda interna.

El anuncio de la Comisión Europea del 12 de junio de que impondría aranceles antisubvención de hasta el 38,1% a los vehículos eléctricos chinos importados a partir de julio sigue a la subida de aranceles de Estados Unidos a los coches chinos en mayo y abre un nuevo frente en la guerra comercial de Occidente con Pekín.