El gobierno de Australia, un país que se consideraba casi liberado de contagios, anunció que desde esta noche los ciudadanos de Sidney, Darwin, Perth y Birsbane, deberán permanecer en sus casas por lo menos esta semana por un rebrote del  virus, especialmente de la variante más hostil, la Delta.

“A las 0 horas del viernes se anunciaron estos cierres. Estábamos muy tranquilos y disfrutando de no tener ningún tipo de encierro ni restricción pero tuvieron que volver los controles, el barbijo y todos los cuidados. Tiene que ver con la circulación de la variante Delta", dijo Horacio Gómez, periodista argentino en Australia en declaraciones al programa Levántate y Anda que conduce Rodo Herrera en la radio 550.

Explicó  que "tenemos problemas con el tema vacunación. Por un lado hay gente que no quiere vacunarse y por otro lado hay también faltantes de vacunas. Acá se utilizan la Pfizer, la Astrazeneca y la Novavax. Estamos vacunando a los chicos de 16 años en adelante y hasta el momento se vacunaron 7 millones 200 mil personas y somos 25 millones. Es muy poca la gente que se vacunó".

De los 25 millones de habitantes, la medida de cuarentena dispuesta en las cuatro principales ciudades involucra a 10 millones de personas. Algunos medios australianos recogen opiniones en las que predominan consideraciones en contra de los sistemas de controles a los viajeros que arriban del exterior.

La propia Primer Ministra de Queensland, Annastacia Palaszczuk dijo en las últimas horas que “son decisiones difíciles. Hay confinamiento en las grandes ciudades porque el virus entra con las llegadas del extranjero”.

Según datos privados, el principal foco epidémico actual es Sidney, en donde unas 150 personas fueron infectadas desde que un chofer que trabajaba para las tripulaciones de las compañías aéreas diera positivo a mitad de este mes.

Desde que comenzó el flagelo de la pandemia, Australia ha registrado alrededor  30.000 contagios y 910 muertos.