Dos pequeñas ciudades de Australia Occidental sufrieron "daños generalizados" tras el paso del ciclón Seroja en una zona que pocas veces sufre tormentas tropicales, informaron el lunes los servicios de emergencia. La tormenta, que devastó partes de Indonesia y Timor Oriental la semana pasada, provocó lluvias torrenciales y vientos de hasta 170 kilómetros por hora en zonas que, según las autoridades, no habían visto un ciclón tropical en "décadas".

Las autoridades estiman que el 70% de las estructuras de Kalbarri, donde viven unas 1.500 personas, resultaron dañadas por el ciclón. Las imágenes de los medios locales mostraban casas con los tejados arrancados y escombros esparcidos por las calles, reporta este lunes el sitio France24.com

En Northampton, una ciudad de menos de mil habitantes situada a una hora en coche hacia el sur, también hubo "daños generalizados", dijo el departamento de emergencia de Australia Occidental. "Los equipos siguen evaluando los daños y actualmente no es seguro salir a la calle debido al riesgo", dijo una portavoz a la AFP, señala el mencionado sitio informativo francés. No se registraron heridos ni muertos durante la noche, añadió.

El primer ministro del estado de Australia Occidental, Mark McGowan, dijo que aún es "demasiado pronto para ofrecer un panorama completo", pero que la destrucción era "desgarradora" para las comunidades afectadas. "Las evaluaciones muestran que Kalbarri y Northampton son las zonas más afectadas, pero muchas otras áreas han sufrido daños significativos", dijo a los periodistas en Perth.

El ciclón Seroja tocó tierra como una tormenta de categoría 3 a última hora del domingo, antes de cruzar el suroeste del continente y ser degradado a una depresión tropical el lunes por la mañana. Más de 30.000 hogares de la región del Medio Oeste se quedaron sin electricidad y un histórico embarcadero de una milla de largo en la ciudad de Carnarvon también quedó destruido. El Seroja dejó la semana pasada más de 200 muertos en Indonesia y en el vecino Timor Oriental, mientras que miles de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares.