China llegó a un acuerdo secreto con Cuba para colocar una instalación de escuchas electrónicas en la isla, a unos 160 kilómetros de Florida, informó el jueves el Wall Street Journal, citando a funcionarios estadounidenses familiarizados con información clasificada.

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La instalación permitiría a Pekín recopilar comunicaciones electrónicas del sureste de Estados Unidos, que alberga numerosas bases militares, así como vigilar el tráfico de barcos, informó el periódico.

El cuartel general del Comando Central de Estados Unidos tiene su sede en Tampa, Florida. Fort Liberty, anteriormente Fort Bragg, la base militar más grande de Estados Unidos, tiene su sede en Carolina del Norte.

"Hemos visto el informe. No es exacto", dijo a Reuters John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, pero no especificó qué pensaba que era lo incorrecto.

Y agregó que Estados Unidos ha tenido "preocupaciones reales" sobre la relación de China con Cuba y la estaba monitoreando de cerca.

Un portavoz de la embajada china en Washington dijo: "No estamos al tanto del caso y, como resultado, no podemos hacer comentarios en este momento".

El gobierno cubano no respondió a una solicitud de comentarios. Pero en la primera reacción de La Habana, el exembajador de Cuba en Washington, José R. Cabañas, rechazó el anuncio del periódico.

"Lo siento muchachos, aún no se han recuperado del fiasco de los ´ataques sónicos´ (...) y están tratando de demonizar a #Cuba nuevamente. ¿No sientes vergüenza de vez en cuando?", escribió en un tuit.

El acuerdo se produce en un momento en que Washington y Pekín están tomando medidas tentativas para calmar las tensiones que se agudizaron después de que un presunto globo espía chino de gran altitud cruzó Estados Unidos antes de que el Ejército estadounidense lo derribara frente a la costa este en febrero.

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El senador estadounidense Bob Menéndez, presidente demócrata del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que si el informe es cierto, sería "un ataque directo a Estados Unidos".

Una inyección de liquidez sería bienvenida en Cuba, donde la inflación, la escasez de combustible, la caída en picada de la producción agrícola y la falta de liquidez están afectando negativamente a la economía y siguen alimentando el descontento en la isla de gobierno comunista.

Las relaciones entre Washington y La Habana siguen tensas. El año pasado, el gobierno de Joe Biden revocó parcialmente algunas restricciones de la era del exmandatario Donald Trump sobre las remesas y los viajes a la isla, pero funcionarios cubanos las calificaron de medidas insuficientes.

La información sobre los planes para una estación en Cuba se recopiló en las últimas semanas y era convincente, informó el Journal. Los funcionarios dijeron que permitiría a China llevar a cabo inteligencia de señales, incluyendo correos electrónicos, llamadas telefónicas y transmisión vía satélite. En la década de 1960, la Unión Soviética había instalado una una base de espionaje en la isla caribeña, llamada Lourdes, justo al sur de La Habana, después de la crisis de los misiles en Cuba. Finalmente fue cerrada por el presidente ruso Vladimir Putin en 2001.

(Reporte de Doina Chiacu, Reuters)