Arqueología y paleontología: el pasado de la Tierra se asomó en valiosos hallazgos
En China hallaron reliquias que arrojan luz sobre el origen de Pekín. Y se descubrieron impresiones de manos y pies de homínidos además de restos de un panda. En México encontraron restos de mamut.
Rastros que datan de diferentes eras aparecieron en las últimas horas en China y México, de acuerdo con los últimos informes internacionales en materia de arqueología y paleontología. Arqueólogos chinos descubrieron y desenterraron una gran cantidad de reliquias que data de la dinastía Zhou del Oeste (1046-771 a. C.) en un sitio de vestigios en Pekín.
Mientras tanto, las impresiones de manos y pies de homínidos descubiertas en la meseta Qinghai-Tíbet fueron clasificadas entre los 10 principales descubrimientos arqueológicos de 2021 en el orden mundial, según la lista elaborada por la revista Archaeology.
En México aparecieron los restos de un mamut que vivió hace 10.000 años antes del presente y, otra vez en China, un fósil de un panda gigante, que data de hace más de 100.000 años.
Cinco tumbas antiguas, las ruinas de tres viviendas, una estructura semejante a una trinchera en forma de anillo y más de 100 reliquias culturales que incluyen piezas de cobre, objetos lacados, cerámica y telas de seda fueron desenterrados en el sitio de vestigios Liulihe, en el suroeste de Pekín.
A partir de 2019, un equipo conjunto integrado por expertos de ocho instituciones, incluidas la Universidad de Pekín y la Academia China de Ciencias Sociales, trabajó en excavaciones arqueológicas en Liulihe. En investigaciones arqueológicas anteriores, Liulihe ha sido identificado como la primera fuente rastreable de la civilización urbana en Beijing, y desde entonces ha sido considerado como "el origen de Pekín".
"Algunas de las reliquias proporcionan valiosos materiales para el estudio del sistema funerario de la dinastía", dijo Wang Jing, quien dirige el proyecto de excavación.
El segundo hallazgo chino anotado más arriba fue publicado en la revista Science Bulletin en septiembre con el título "El arte parietal más antiguo: huellas de manos y pies de homínidos del Pleistoceno medio en el Tíbet". De acuerdo con la investigación, niños dejaron sus huellas de manos y pies en la meseta tibetana de Qinghai hace unos 200.000 años.
Las impresiones, conservadas en un tipo de piedra caliza llamada travertino, proporcionan la evidencia más antigua de que los antepasados humanos vivieron en la región y, probablemente, constituyen la muestra de arte rupestre más remota. La investigación fue realizada conjuntamente por investigadores de la Universidad de Guangzhou, el Instituto de Investigación de la Meseta Tibetana de la Academia de Ciencias de China y la Universidad de Lanzhou.
Mientras tanto, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hallaron en el centro de México los restos de un mamut que vivió hace 10.000 años antes del presente, informaron fuentes oficiales.
De acuerdo con un reporte del INAH, se trata posiblemente de un mamut colombiano, macho, de edad avanzada en el nuevo panteón municipal de Los Reyes de Juárez, en el estado central de Puebla.
Se recuperó un cráneo fragmentado, 70 por ciento de la pelvis y algunos fragmentos de costilla, la más completa de estas conserva 60 por ciento de su tamaño original. Para evitar el deterioro del hueso, indicó el biólogo Iván Alarcón Durán, el cráneo se sacó inmerso en un cuadro de sedimento endurecido y será cuidadosamente limpiado en laboratorio para su posterior análisis.
Tanto la pelvis, los fragmentos de cráneo, costillas y las defensas serán sometidas a limpieza y tratamientos de consolidación, a fin de evitar que el hueso deteriore con el cambio de humedad al sacarlas de su cápsula de enterramiento.
En las capas de la tierra donde se halló el mamut, el especialista identificó estratos de travertinos, una roca sedimentaria de dureza considerable que se forma con carbonatos de calcio, asociados con la presencia de fuentes de agua, como lagos o ríos subterráneos.
Otra vez en China, un fósil de un panda gigante, que data de hace más de 100.000 años, fue descubierto en la cueva más larga de Asia en la provincia de Guizhou, al suroeste del país. Investigadores del Instituto de Recursos de Montaña de la Academia de Ciencias de Guizhou encontraron dos fósiles de la especie en la cueva Shuanghe, ciudad de Zunyi.
Con la ayuda de las tecnologías de datación del esmalte de los dientes, uno de los fósiles indica que se trata de un panda gigante silvestre que vivió hace unos 102.000 años, y es probable que el otro haya existido en el planeta hace unos 49.000 años. Es raro descubrir fósiles de panda gigante tan bien conservados en cualquier lugar, dijo Wang Deyuan, asistente de investigación del instituto.
En la reciente investigación científica conjunta con expertos extranjeros, se descubrió evidencia de huesos sesamoideos radiales en los fósiles. Debido a que los pandas gigantes usan los pulgares para sostener y manipular el bambú mientras comen, las extremidades de la especie son diferentes a las de otros osos, con un 'pulgar' adicional.
El 'pulgar' es, de hecho, un hueso de la muñeca anormalmente agrandado y ayuda a la especie a agarrar los brotes de bambú. El descubrimiento refleja que los pandas gigantes, en esa época, ya tenían las condiciones fisiológicas para usar las patas delanteras de manera flexible con el fin de agarrar el bambú, como los pandas modernos.
El hallazgo ayuda a profundizar el entendimiento de la evolución de la especie sobre sus características de alimentación, dijo Wang. La cueva Shuanghe era un hábitat adecuado para los pandas gigantes debido a su compleja estructura interna y muchos agujeros conectados en serie.
Hasta ahora, se han descubierto cerca de 30 fósiles de pandas gigantes en la cueva. La cueva es rica en recursos fósiles de mamíferos. En excavaciones anteriores se han encontrado fósiles de chacales, rinocerontes, osos negros, estegodones, grandes civetas indias y otros animales.