En medio de la escalada del conflicto entre Azerbaiyán y Armenia por la región separatista de Nagorno Karabaj, el Gobierno armenio acusó este lunes al Ejército azerbaiyano de bombardear su territorio, matar a un civil y herir a dos personas, mientras la ONU advirtió que existe la posibilidad de que se hayan cometido crímenes de guerra debido a ataques "indiscriminados" contra la población.

"Hoy la parte azerbaiyana hizo disparos de artillería contra posiciones de las fuerzas armadas armenias y la localidad de Davit Bek", escribió en Twitter la vocera del Ministerio de Defensa armenio, Chouchan Stepanian, citada por la agencia de noticias AFP.

Davit Bek se sitúa a un kilómetro de la frontera entre Armenia y Nagorno Karabaj, que la comunidad internacional reconoce como parte de Azerbaiyán.

La acusación armenia se produjo el mismo día en que la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, sostuvo en Ginebra que "la ley humanitaria internacional es muy clara: ataques realizados en violación del principio de proporcionalidad podrían ser crímenes de guerra".

"Las partes tienen por obligación investigar este tipo de violaciones de manera eficaz, rápida, detallada e imparcial y los responsables juzgados", subrayó.

En la misma línea, la representante de la ONU denunció el uso "por ambas partes" de municiones dotadas de submuniciones, en general muy peligrosas para la población civil.

En el documento, también se mencionan videos que muestran la ejecución de dos soldados armenios uniformados por parte de tropas azerbaiyanas y se destaca que su autenticidad fue probada "por investigaciones profundas de los medios".

"Según la ley humanitaria internacional, matar voluntariamente a personas protegidas es una grave violación de la convención de Ginebra y es, por lo tanto, un crimen de guerra", subrayó Bachelet.

Asimismo, explicó que la ONU llamó a las partes a "dar todos los pasos posibles para evitar, o al menos disminuir, la pérdida de civiles y daños de sus infraestructuras".

"Sin embargo, se han destruido casas, las calles han sido reducidas a escombros y la gente obligada a huir o buscar refugio en los sótanos", lamentó en el comunicado.

El viernes pasado, Armenia y Azerbaiyán se comprometieron en conversaciones en Ginebra a disminuir los ataques a la población civil, pero "varios bombardeos en áreas populosas se registraron el fin de semana", denunció la oficina de Bachelet.

El 27 de septiembre pasado volvieron a estallar choques armados en Nagorno Karabaj, foco de conflicto entre independentistas armenios, respaldados por Armenia, y Azerbaiyán desde que ese territorio decidió separarse en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.

Las hostilidades, en las que las partes beligerantes llegaron a usar blindados, artillería, aviación y sistemas de misiles por primera vez desde la guerra de 1992-1994, provocaron centenares de muertos militares y decenas de víctimas fatales civiles.

Azerbaiyán pretende recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la separatista república de Nagorno Karabaj.

Desde el rebrote de las hostilidades, Azerbaiyán y Armenia pactaron ya tres armisticios en Nagorno Karabaj, los primeros dos, el 10 y el 18 de octubre.

Sin embargo, ambas treguas fueron infringidas el mismo día que entraron en vigor y las partes se acusaron mutuamente de haber dado el primer paso en la violación de esos acuerdos.

El tercer intento de terminar con un mes de combates entre fuerzas azerbaiyanas y armenias estalló en pedazos el 26 del mes pasado con nuevos bombardeos y acusaciones de las dos partes de "violación flagrante" de un alto el fuego negociado en Washington.