Legisladores que sufrieron el asedio de un grupo de fanáticos al Capitolio de los Estados Unidos relataron su experiencia, reportaron los medios informativos internacionales.

   La representante Alexandria Ocasio-Cortez encabezó a colegas en la sesión de una hora días antes del juicio político del ex presidente Donald Trump.

   Ella dijo que sus historias deben contarse en un momento en que algunos en el Congreso y la nación están tratando de minimizar el daño de 6 de enero.

   "Lamentablemente, esto es con demasiada frecuencia lo que escuchamos de los sobrevivientes de un trauma", dijo Ocasio-Cortez, quien fue criticada por detractores esta semana después de compartir su propia historia desgarradora de esconderse ese día, temiendo por su vida.

   Ella dijo: “Hace veintinueve días, el Capitolio de nuestra nación fue atacado. Esa es la gran historia. Y en esa gran historia se encuentran miles de cuentas individuales, tan válidas e importantes como las demás ".

   Uno por uno, los legisladores demócratas -no participó ningún republicano- compartieron sus recuerdos, según reporta la agencia noticiosa Associated Press.

   "Ver a los cientos de alborotadores congregarse fuera del Capitolio y escuchar las burlas, los gritos y los cristales rotos. Y luego la sensación de estar atrapado", contó en tono dramático", como dijo el representante Dean Phillips, demócrata de Minnesota.

   Los legisladores habían estado contando el voto del Colegio Electoral que certificaba la victoria electoral de Joe Biden cuando el presidente Donald Trump, que se había negado a ceder, alentó a una multitud de simpatizantes en la Casa Blanca a dirigirse al Capitolio y "luchar como el infierno" por él.

   Phillips dijo que, al escuchar los gritos, se dio cuenta de que lo único que tenía para defenderse era un lápiz. 

   Pensó en pasar al lado republicano de la cámara de la Cámara para lograr pasar desapercibidos.

   Reveló en tonces lo que él y otros creían: "Nos perdonarían si simplemente nos confundieran con republicanos".

   Luego, dijo, se dio cuenta de algo: para sus colegas que no son blancos como él, "mezclarse no era una opción".

   Cinco personas murieron, incluido un manifestante, Ashli ​​Babbitt, a quien la policía disparó dentro del Capitolio.

   Mientras tanto, el oficial de policía del Capitolio de los Estados Unidos, Brian Sicknick, resultó mortalmente herido frente a lo que la AP denomina "la mafia pro Trump".

    Otras tres personas murieron por emergencias médicas.

   La representante Cori Bush, demócrata por Missouri, pidió a sus colegas que comprendan que los nacionalistas blancos son una seria amenaza interna.

   Rashida Tlaib, demócrata de Michigan, rompió a llorar.

   El representante Adriano Espaillat, también de New York como Ocasio-Cortez, dijo que, como representantes en el Congreso, el ataque contra el Capitolio fue un ataque a sus electores.

   “Somos sus voces aquí. No debemos barrer esto debajo de la alfombra", comentó.