Se espera que el Parlamento de Alemania apruebe una ley que legaliza el cultivo y el consumo de una cantidad limitada de cannabis , regularizando así el comportamiento de los 4,5 millones de alemanes que, según las estimaciones, consumen esta droga.

Según las propuestas presentadas por la coalición tripartita del canciller Olaf Scholz, se legalizaría el cultivo de hasta tres plantas para consumo privado y la posesión de hasta 25 gramos de cannabis.

La producción de cannabis a mayor escala, pero no comercial, se permitiría a los miembros de los llamados clubes de cannabis, que no podrían tener más de 500 miembros, todos ellos mayores de edad. Solo los miembros del club podrían consumir su producción.

"El objetivo es acabar con el mercado negro y la delincuencia relacionada con las drogas, reducir el tráfico y el número de consumidores", declaró el ministro de Sanidad, Karl Lauterbach.

Con esta medida, Alemania se convertiría en el noveno país en legalizar el consumo recreativo de esta droga. También es legal en algunas jurisdicciones de Estados Unidos y Australia.

Muchos más países permiten su uso médico como analgésico, una práctica que Alemania tiene previsto regular en una ley aparte.

El cannabis seguiría siendo ilegal para los menores y muy restringido para los adultos jóvenes. Consumirlo cerca de escuelas y parques infantiles sería ilegal.

"Esta restricción es necesaria porque el cannabis es especialmente perjudicial para el cerebro en fase de crecimiento", declaró Lauterbach. "Que nadie malinterprete esta ley: se legaliza el consumo de cannabis, pero eso no significa que no sea peligroso".

Los conservadores de la oposición se oponen a la nueva normativa, que consideran demasiado complicada de aplicar para las autoridades y que podría dar lugar a un mayor consumo.

"En lugar de proteger a los niños y a los jóvenes, la coalición está actuando como un narcotraficante estatal", afirmó el legislador democristiano Tino Sorge.

Algunos expertos dudan de que la nueva normativa tenga un gran impacto en el tráfico, ya que quienes no estén dispuestos a cultivar su propio cannabis o a unirse a un club cannábico pueden seguir prefiriendo comprar la droga.

(Con información de Reuters)