El gobierno alemán quiere restringir de nuevo los contactos sociales, imponer el uso de mascarilla en las escuelas y reducir el tamaño de las clases para frenar la segunda ola de covid-19

"Se necesitan nuevos esfuerzos para contener los contagios", afirma el gobierno de Angela Merkel en este documento, calificando la situación de "muy seria".

La canciller y los presidentes de los 16 estados federados se reúnen este lunes para hacer el balance de la situación sanitaria, tras una primera batería de restricciones impuestas a principios de noviembre.

Berlín propone que los alemanes limiten sus contactos a los "miembros del hogar y a un máximo de dos personas de otro". También quiere imponer un uso generalizado de la mascarilla en las escuelas, tanto "para los profesores como para los alumnos" e incluso durante las clases.

Para poder mantener las escuelas abiertas, el gobierno contempla dividir las clases en grupos para reducir la cantidad de alumnos. Una alternativa sería encontrar aulas más grandes.

El ministro de Economía, Peter Altmaier, sugirió este fin de semana dar clases en hoteles o restaurantes, actualmente cerrados por la situación sanitaria. El gobierno podría imponer una "cuarentena a domicilio" sistemática para las personas que presenten ciertos síntomas, como "tos" o un "catarro".

Alemania, que durante la primera ola de covid-19 se vio relativamente poco afectada, enfrenta un gran aumento de los contagios desde hace varias semanas. Bares, restaurantes, lugares de culto y de ocio cerraron por un mes, hasta finales de noviembre, y los hoteles no pueden acoger turistas.

Alemania registró 801.327 casos de covid-19, con 10.824 en las últimas 24 horas, y 12.547 muertos desde que comenzó la pandemia.