La cepa mutante se detectó en una pasajera de un avión que llegó desde el Reino Unido el pasado 20 de diciembre.

Un test rápido realizado después del aterrizaje mostró el resultado positivo y al día siguiente se realizó otra prueba, también con resultado positivo, mientras la paciente presentó unos síntomas leves.

Las muestras de la mujer infectada fueron entregadas al Laboratorio Nacional Consultivo para Coronavirus.

El pasado 19 de diciembre, las autoridades sanitarias del Reino Unido confirmaron la presencia en el sur del territorio británico de una nueva cepa del SARS-CoV-2 que se propaga con más rapidez y podría ser un 70% más contagiosa.

Por el momento no hay evidencias de que esta mutación repercuta en la gravedad de los síntomas, la tasa de letalidad, la respuesta de los anticuerpos o la eficacia de las vacunas.

El 21 de diciembre, la OMS comunicó que la cepa en cuestión se ha detectado también en otros países, incluida Australia, Dinamarca, Italia, Islandia y los Países Bajos.

Mientras, otra cepa del coronavirus se registró en la República Sudafricana.