Un trabajador solicitó que un cliente se colocara el barbijo, recibió la inesperada respuesta de un disparo que lo mató en el acto y ahora ese hecho conmociona a Alemania.

El episodio policial sacude a un país a punto tal que el Gobierno condenó el asesinato del joven. 

El cliente, de 49 años, disparó porque del otro lado del mostrador se negaban a cobrarle lo que había ido a comprar. 

El Gobierno alemán condenó este miércoles el "brutal" asesinato del empleado de una gasolinera del oeste del país. 

Del hecho habló la portavoz de la cancillería, Ulrike Demmer, indica la prensa francesa este miércoles. 

El crimen, ocurrido el sábado en Idar-Oberstein (oeste) y se conoció en las últimas horas.

La víctima era estudiante y tenía 20 años.

El presunto autor, que reconoció los hechos, se entregó a la policía un día después.

"El gobierno condena este asesinato de la manera más firme", declaró la vocera durante una rueda de prensa, denunciando "una violencia que deja sin palabras". "Lamentamos la muerte de este joven, que fue brutalmente asesinado", señaló Demmer.

El suceso, ocurrido a tan solo unos días de las elecciones legislativas en ese país, avivó el miedo a que el movimiento de los opositores al uso de la mascarilla y a las restricciones sanitarias se radicalice.

"El hecho es ya de por sí insoportable", pero es que además está siendo utilizado por las redes sociales como un motivo para "intentar dividir a nuestra sociedad, atizar el odio y las injurias, se ha desviado para apelar a la violencia", denunció la portavoz.