El papa Francisco lamentó este miércoles que haya cristianos sin alegría, que "tienen cara de bacalao".

"Un cristiano infeliz, triste, insatisfecho o, peor todavía, resentido y rencoroso no es creíble", definió el Sumo Pontífice.

Francisco se expresó durante su audiencia general semanal y así lo reflejaron varios medios de España e Italia, en especial los confesionales.

"Es esencial vigilar nuestros sentimientos. Especialmente en aquellos contextos en los que la Iglesia ya no goza de ciertos reconocimientos sociales, se corre el riesgo de adoptar actitudes de desánimo o de venganza, y esto no es bueno", planteó.

Leé: Seis monjas argentinas se mudarán a un monasterio en el Vaticano, por decisión del Papa

El Santo Padre recordó "el gran pasaje de Emaús": "La historia de esos dos discípulos muestra cómo, acompañados por Jesús, se puede siempre pasar del desaliento a la alegría pascual". 

"Especialmente en este tiempo lleno de preocupaciones, donde en varios lugares se registra también una crisis de la fe, podríamos estar rodeados por los mismos estados de ánimo oscuros", continuó. 

Los describió entonces como "el sentimiento de derrota de esos dos, que se alejan de Jerusalén tristes y desanimados, prisioneros de sus expectativas decepcionadas". 

"También nosotros a veces podríamos ser así. Emaús nos revela, sin embargo, que precisamente ahí, donde todo parece haber terminado, con Jesús resucitado renace la alegría", destacó el Papa.

Y remató: "Jesús es la fuente de nuestra alegría, y nuestro amigo fiel, que permanece con nosotros, en nuestro camino".