La violencia en la marcha nacional del sábado a la noche dejó al menos dos muertos y más de 90 heridos en Lima, tras una fuerte represión policial con perdigones y gases lacrimógenos.

El presidente Manuel Merino, por el momento, no dio señales de que aceptaría renunciar.

El diario El Comercio publicó la ficha hospitalaria que confirma uno de los decesos, la cual indica que la víctima, Jack Bryan Pintado Sánchez, de 24 años, sufrió un traumatismo encéfalocraneano por el impacto de un proyectil de un arma de fuego.

El documento señala que el paciente llegó sin vida al centro de salud. Poco después, Essalud hizo público el fallecimiento a través de un comunicado

Horas después se confirmó la segunda muerte de un hombre identificado como Inti Sotelo Camargo, de 24 años, quien llegó con una herida grave en el tórax al Hospital Grau.

Según declaraciones del padre y el hermano de la víctima a los medios locales, el joven habría llegado sin vida al centro médico.

Essalud confirmó el fallecimiento a través de un comunicado. "Paciente varón de 24 años identificado como Inti Sotelo Camargo ingresó por heridas de armas de fuego (PAF) en el tórax a la altura del corazón fue ingresado por ley de emergencia y atendido por el personal de guardia, quienes se encargaron de notificar que llegó cadáver", indicaba el pronunciamiento.

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El servicio de Salud reportó a las 5 de la mañana reportó 93 heridos en Lima, de los cuales más de 60 debieron ser hospitalizados.

Un grupo de manifestantes y agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) se enfrentaron anoche en medio de la segunda marcha nacional en contra de la presidencia de Manuel Merino.

Los manifestantes pretendían llegar hasta el Congreso, pero fueron interceptados por un gran número de efectivos policiales, quienes habían cercado la zona. Varios medios locales reportaron abusos por parte de las fuerzas de seguridad.

Ante esta situación la policía hizo uso de bombas lacrimógenas para dispersar a los jóvenes, algunos de los cuales intentaban instar a la calma para evitar más enfrentamientos y continuar con la marcha.

Los agentes policiales formaron una línea a lo largo de toda la avenida Abancay, en Lima, para evitar que los manifestantes crucen.

La organización Amnistía Internacional indicó que confirmó las evidencias que muestran el uso excesivo e innecesario de la fuerza por parte de la Policía Nacional.

Personal de auxilio también llegó al lugar para atender a los ciudadanos afectados por los gases lacrimógenos.