El papa Francisco condenó la violencia que se registra en Ucrania tras recordar que hoy hace dos meses que se inició la guerra con la invasión de las tropas rusas a ese país, al tiempo que hizo un llamamiento para que haya una "tregua" durante la Pascua ortodoxa que se celebrará el próximo viernes.

"Hoy se cumplen dos meses desde el inicio de la guerra. Pero en vez de frenar, continúa estos días que son los días santos para los cristianos. Se siente más el clamor por las armas que el tañer de las campanas", lamentó el Sumo Pontífice durante el ángelus de este domingo.

Francisco se sumó así a la iniciativa de la ONU que reclama una "tregua pascual" que ponga fin durante unos días al conflicto armado.

El Papa consideró que ese sería un "gesto mínimo y tangible de la voluntad" de ambas partes de llegar a un acuerdo de paz.

"Que se detengan los ataques para ir al encuentro del sufrimiento de la población devastada", pidió.

En este sentido, solicitó a los líderes políticos que "escuchen la voz del pueblo que quiere la paz" y que no perseveren en "una escalada del conflicto en Ucrania".

El dolor en la rodilla derecha impidió al Papa presidir de pie la misa prevista para el domingo de Misericordia, en la que reflexionó sobre el encuentro de Jesús con sus discípulos en el cual este les dice ´la paz esté con vosotros´.

Las cámaras de televisión del Vaticano no grabaron el momento en el que el Sumo Pontífice entraba en la basílica de San Pedro, pero se vio cómo el Papa -ayudado por un asistente- se sentaba en un sillón para pronunciar sentado la homilía cerca del altar de la Confesión.

Francisco arrastra una lesión en la rodilla derecha que le impide estar mucho tiempo de pie y dificulta su caminar. Debido a la gonalgia que le exacerbó la artrosis y el desgaste del cartílago, el Vaticano tuvo que modificar algunos ritos durante la Semana Santa para evitarle desplazamientos innecesarios.