La Defensora del Pueblo Europeo, Emily O'Reilly, investiga los mensajes de texto que intercambiaron entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el director de la empresa farmacéutica Pfizer.

En abril, el New York Times reveló que von der Leyen había enviado y recibido mensajes del CEO de la compañía, Albert Bourla. Sin embargo, cuando se envió una solicitud para
tener acceso a los mensajes, la Comisión Europea argumentó como eran de "corta duración", por precepto estaban excluidos del registro, por lo que no poseía ningún informe de ellos.

Aquella negativa de la Comisión a permitir el acceso a los mensajes motivó una denuncia al Defensor de Pueblo Europeo, que ahora trata de enfrentar este problema. El denunciante, del que no se ha revelado su identidad, mantiene que la Comisión tiene la obligación de grabar mensajes instantáneos relacionados con políticas importantes o asuntos políticos, como la adquisición de vacunas contra el covid-19.

Por el momento, la institución investiga e intenta reunirse con representantes de la Comisión para discutir los procedimientos y la práctica aplicables.

Desde la oficina del Defensor del Pueblo Europeo se sostiene que como primer paso solicitaron a la Comisión que explique su política sobre el mantenimiento de registros de mensajes de texto y cómo se implementa. Así también, pide conocer cómo y dónde buscó los mensajes de texto relevantes que le fueron solicitados y negó poseer.

El comunicado de la institución dirigida por O'Reilly se produce en un momento en el que se está desarrollando un debate en el seno de varios países miembros de la UE acerca de la existencia o no de responsabilidad en el uso de mensajes de texto de altos funcionarios al terminar su jornada laboral.