Al menos 80 personas permanecen desaparecidas a causa de deslizamientos de tierra provocados por fuertes lluvias, que arrasaron el sábado la ciudad costera de Atami, al suroeste de Tokio, destruyendo viviendas y sepultando las carreteras bajo el barro y las rocas.

Los servicios de rescate confirmaron el lunes la muerte de dos personas, que se suman a las dos víctimas mortales ya registradas el sábado, cuando una marea de lodo y escombros arrasó la montañosa ciudad de Atami, llevándose por delante unas 130 viviendas y destruyendo por completo varias de ellas.

Mientras tanto, los esfuerzos de búsqueda también tratan de encontrar a 80 residentes que figuran como registrados en la ciudad.

Aunque esta cifra podría incluir a personas que ya no residen en la zona y no lo han notificado oficialmente. De modo que el número de desaparecidos podría cambiar en la medida que continúen las operaciones.

Según un informe facilitado del ministro portavoz del Ejecutivo, Katsunobu Kato, unas 1.500 personas participaron en las labores de búsqueda y rescate, entre ellas policías, miembros del Ejército, bomberos y guardacostas.

Además de los daños en Atami, con una población de 36.000 habitantes, las lluvias también provocaron inundaciones en diferentes partes del centro y el suroeste de Japón, causando estragos en numerosas viviendas, bloqueando carreteras, provocando cortes de electricidad y obligando a la evacuación de miles de personas.

Entre tanto, el Gobierno japonés continúa redoblando esfuerzos en la búsqueda de supervivientes en la afectada Atami y mantiene un gabinete de crisis para monitorear la evolución de la situación.

Continúa la alerta por posibles desprendimientos en temporada de lluvia

La nación insular del océano Pacífico, cuya capital, Tokio, acogerá los Juegos Olímpicos este mes, se encuentra en plena temporada de lluvias de verano, lo que provocó los desprendimientos en Atami.

En algunas zonas llovió más en 24 horas de lo que suele llover en todo el mes de julio, precisa el sitio France24.com citando a Reuters.

Por ello, siguen activas varias alertas por desprendimientos de tierra tanto en Atami como en otros lugares de Shizuoka, informó la Agencia Meteorológica de Japón.

El riesgo de que continúen las lluvias torrenciales en las próximas horas podría dificultar las tareas de búsqueda y rescate, dijo la autoridad meteorológica.

Por otra parte, en medio de la situación de emergencia meteorológica en Atami, el domingo se cumplió exactamente un año desde que las lluvias torrenciales sin precedentes en el suroeste de Japón causaran la muerte de 67 personas y dejaran dos desaparecidos en la prefectura de Kumamoto.

Las más de 1.000 familias afectadas un año atrás no han podido volver a sus casas y siguen alojadas en refugios temporales mientras las obras de reconstrucción avanzan lentamente, indicó la cadena japonesa NHK.