La sede diplomática de Colombia en los Estados Unidos fue epicentro de airados reclamos en contra de la represión del presidente Iván Duque.

La representación que actualmente está al mando de Francisco Santos, cercana a las embajadas de Australia, Chile y Perú, fue pintarrajeada de rojo por los colombianos que hicieron oir su protesta.

Cientos de colombianos se han congregado en los últimos 10 días allí para apoyar las jornadas del paro nacional en Colombia.

Los manifestantes construyeron una tanqueta de cartón pidiendo la desmilitarización en las calles de Colombia para asegurar el derecho a manifestarse en paz, consigna el sitio France24.com

La organización de la diáspora colombiana en Washington reclama al gobierno estadounidense que, primero, ejerza un monitoreo a la acción de la fuerza que están implementado las instituciones de su país como el escuadrón antidisturbios (Esmad) de la Policía Nacional.

También piden a EE. UU. que vigile el uso de los recursos que destina a la fuerza pública colombiana.

La organización también quiere que haya “garantías concretas para que los colombianos puedan ejercer libremente y de forma segura el derecho a la protesta de manera pacífica”.

“Extiendo la invitación a las personas que creen que venir a protestar nos hace de izquierda, a que nos quitemos los guantes de pelea y partamos de que somos colombianos y queremos la paz y una vida tranquila para los militares y la población civil. Acá no hay dos bandos, el bando es hacia la vida”, dijo a France24 Laura Fonseca una de las organizadoras de las marchas en Washington. 

En el marco del Paro Nacional, entre el 28 de abril y el 8 de mayo, han muerto al menos 47 personas, de las cuales 39 fallecieron por la violencia policial según la ONG Temblores.

La organización también refiere 12 casos de violencia sexual contra mujeres y 963 detenciones arbitrarias, entre otros actos violentos. La estatal Defensoría del Pueblo tiene cifras más bajas y asegura que ha habido 27 decesos, y sostiene que por lo menos 359 personas están desaparecidas desde que comenzaron las propuestas.

Al respecto, Francisco Santos, embajador de Colombia en los Estados Unidos, dijo en una carta dirigida a los consejos editoriales de los principales medios de comunicación estadounidenses que “Colombia respeta el derecho fundamental de sus ciudadanos de protestar pacíficamente y hemos protegido ese derecho, como es evidente después de 10 días consecutivos de protestas y manifestaciones en todo el territorio nacional, donde más de 400.000 personas han participado”.

En medio de las manifestaciones pacíficas que se han desarrollado en los Estados Unidos, la embajada de Colombia en Washington compartió con France 24 fotos de actos vandálicos que se cometieron contra la residencia del embajador Francisco Santos. En las fotos se ve pintura roja a la entrada de la residencia y un graffiti que dice “asesino” en el parqueadero de la casa del embajador, ubicada en el sector de Dupont Circle.

Según la Embajada, la persona que derramó la pintura logró pasar la primera puerta de la residencia, fue interceptada por personal diplomático y después salió corriendo sin que lograran identificarla. Según la Embajada, la persona que logró traspasar la residencia llevaba máscara contra el Covid-19 y estaba encapuchada, hecho que dificultó su identificación. Posteriormente, llamaron a la policía metropolitana de Washington.

Congresistas estadounidenses, tanto demócratas y republicanos, han manifestado su preocupación por la violencia policial en Colombia. Alexandria Ocasio-Cortez, una de las congresistas con más presencia en las redes sociales, ha estado muy activa apoyando las marchas en Colombia afirmando que respalda “a todos los hermanos y hermanas colombianas en Nueva York y en el exterior contra los asesinatos del gobierno contra los manifestantes (…) Debe haber responsabilidad por la larga serie de abusos a los derechos humanos ejercidos por el gobierno colombiano”, expresó la congresista, quien apareció este fin de semana protestando en Queens a favor de las marchas en el país suramericano.

Gregory Meeks, presidente del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes, también afirmó estar extremadamente preocupado por la respuesta brutal de la policía nacional y el Esmad contra los manifestantes en Colombia.

“Estoy particularmente alarmado por el desarrollo en Cali y llamo al presidente Iván Duque a desescalar la violencia y hacer claro que el exceso del uso de la fuerza es inexcusable”, dijo Meeks.

Y agregó: “Es imperativo que la Ley Leahy de EE. UU. se aplique plenamente, ya que dejamos en claro que los Estados Unidos no apoyarán a las fuerzas de seguridad involucradas en violaciones graves de derechos humanos”.

a Ley Leahy en los Estados Unidos es una norma que prohíbe al Departamento de Estado y al Departamento de Defensa proveer asistencia militar y financiera a la fuerza pública de otros países donde se violen los derechos humanos.

En el 2020, los Estados Unidos dieron a Colombia 448 millones de dólares en ayuda financiera para el posconflicto, y la lucha contra narcotráfico y el posconflicto.