Valentina Berger (31) nació y se crio en la Argentina y a los 18 años, cuando terminó el secundario en una escuela de Vicente López, se encontró entre la disyuntiva de quedarse en Buenos Aires para estudiar Finanzas o viajar a Nueva York para cumplir su sueño. Viajó y estudió Art  Management, una carrera que la formó para desenvolverse arriba y abajo del escenario y para poder llevar adelante cualquier institución de arte. Y casi sin pensarlo, empezó a dar sus primeros pasos en Broadway.

“Desde que arranque el primer cuatrimestre de la facultad hice una pasantía para una agencia que le hacía la prensa a los musicales de Broadway y desde ahí nunca paré”, relata en una charla íntima con Noticias Argentinas desde Estados Unidos. Y aclara: “Siempre digo que hubo un factor de suerte, por el que entré directamente a Broadway, no hubo un paso intermedio”.

Berger participó en la producción de más de 30 alfombras rojas y la dirección de las campañas de marketing, publicidad y relaciones públicas de más de 50 obras, como “Once”, “Matilda”, “Rock of Ages”, “Les Misérables”, “Kinky Boots”, “Evita”, “Mamma Mia”, “Rocky”, “Sleep No More” y “Fuerza Bruta”, entre otros. Y al darse cuenta de que la escena teatral neoyorquina iba a detenerse por la pandemia, decidió trabajar en su tierra y produjo la versión por streaming de “Rent”, con Franco Friguglietti (Roger), Cande Molfese (Mimi), Federico Coates (Mark), Mariel Percossi (Maureen), Lula Rosenthal (Joanne), Pato Witis (Tom Collins), Manu Victoria (Angel), Patricio Arellano (Benny).

“Me di cuenta muy rápido que Broadway iba a estar cerrada por muchos meses y empecé a ver dónde había teatro y vi que en Argentina las cosas se estaban abriendo y que los protocolos funcionaban bien. Por eso quise apostar a mí país con ‘Rent’, que era un título reconocido, con un mensaje relevante para este momento”, explica.

Valentina Berger: “La industria cultural argentina no va a poder aguantar mucho tiempo más”

Toda la preproducción de la obra la llevó a cabo en Estados Unidos y luego, armó un equipo local para que todo fuera perfecto en la única presentación que se emitió el 25 de marzo. “Fue una experiencia increíble, porque fue interesante producir para streaming y no poner una cámara fija en el teatro. Creo que esa fue la clave, porque contamos con ocho cámaras, cortamos entre escena y escena… Fue una forma diferente de hacer teatro. Se estrenó y al día siguiente recibimos un montón de llamados para hacerla presencial, pero vamos a tener que tener paciencia, porque volví a Nueva York y a la semana se cerró todo en Argentina”, señala y, ante las nuevas formas de producir por la situación sanitaria mundial, destaca que el streaming es una “herramienta complementaria”: “Va a llegar para quedarse siempre y cuando las obras estén producidas para este formato. Hay que buscarle la vuelta, esto es prueba y error”.

A diferencia del nuevo parate que está atravesando la industria cultural en nuestro país, recientemente Andrew Cuomo, el gobernador de Nueva York, anunció la reapertura de Broadway con aforo al cien por ciento a partir del 14 de septiembre. “Solo van a poder trabajar actores y técnicos que estén vacunados y en junio o julio se estima que toda la población va a estar inmunizada. También se apunta a reactivar el turismo, por ejemplo con la movida de las vacunas a las que se puede acceder gratuitamente y sin turno en cualquier farmacia de la ciudad, porque Broadway tiene un gran porcentaje del público internacional”, explica Valentina, que volverá al ruedo con el musical “Company” en diciembre, en marzo con “The Minutes”, una obra de texto de Tracy Letts.

Y asegura que hace solo un par de semanas, la Argentina era un ejemplo por cómo habían vuelto a levantar los telones. “Nos estaban usando como modelo, porque estábamos haciendo un trabajo espectacular de reapertura del teatro, de protocolos y demás. Argentina lo estaba manejando muy bien. No hay correlación entre los casos de Covid y asistir al teatro”, sostiene y asegura que el “Pasaporte cultural” que proponen los productores argentinos, que consiste en que las entradas a las diferentes espectáculos o actividades culturales sirva como constancia para que los espectadores puedan circular en los horarios en los que no está permitido, puede ser una salida. “La industria cultural argentina no va a poder aguantar mucho tiempo más, acá por suerte el gobierno ayuda, hay cualquier cantidad de incentivos, pero no es el caso de Argentina”, subraya.

Al igual que sus colegas, Berger reconoce que montar espectáculos con un 30% de aforo en Argentina no es rentable económicamente: “Los que estamos dándole para adelante es solamente para mantener la rueda circulando, porque con el aforo del 30% no tiene sentido producir. Acá Broadway abre al 100% porque no dan los números. Si una obra se está vendiendo al menos del 70%, aguanta tres semanas en cartel y después el mismo teatro te saca”.

Por lo pronto, mientras espera poder hacer “Rent” de manera presencial en Buenos Aires, está preparando junto a Carlos Mentasti “Madres”, un musical que promete ser el “Sex and the City argentino”, que se estrenará el 5 de agosto y estará protagonizado por Sabrina Garciarena, Florencia Otero, Paula Kohan y Viviana Puerta. “Es una obra muy divertida. Es una historia de cuatro mujeres muy diferentes entre ellas, pero muy amigas que se juntan en el baby shower de una de ellas y empiezan a contar cómo llevan la maternidad”, adelanta, aunque todavía no puede revelar en qué teatro se hará.

Asimismo, también está enfocada en otra de sus pasiones: la educación. “Cuando encuentro algo que me gusta y me apasiona y me gusta compartirlo. Para mí estudiar en Estados Unidos fue una experiencia de locos y para que también lo pudieran disfrutar los chicos de Latinoamérica fundé Go Broadway, una empresa de intercambio para que pudieran venir a estudiar acá y tener una experiencia vip en la que visitan los ensayos, los lleva detrás de escena”, cuenta con entusiasmo. Y su proyecto, que empezó con un poco más de veinte alumnos, creció tanto que durante la pandemia, con clases online llegó a tener nada menos que quince mil inscriptos. “Tengo un estudio para chicos que se llama Broadway Kids, en el que damos clases presenciales con todos los protocolos y en cuanto se pueda viajar estaremos listos para recibir a todos”, detalla con entusiasmo. Y concluye la charla con el deseo de que la actividad cultural en la Argentina vuelva a funcionar activamente: “Hace bien ir al teatro, la gente busca poder despejar la mente, al menos una hora y media. Eso es impagable y me hace bien, por eso lo voy a seguir haciendo”.