Por Pablo Tallón.

Un solo de casi dos minutos y un "hasta la próxima" que no pudo cumplir fueron el cierre que hace 10 años le dio el músico Gustavo Cerati al último recital en Venezuela y que terminaría siendo el final de su carrera en los escenarios, ya que luego sufriría un accidente cerebro vascular que lo empujaría a un coma extenso de más de cuatro años que concluiría en su muerte.

La noche del 15 de mayo de 2010, de la que este viernes se cumple una década y en una una Venezuela totalmente distinta a la de la crisis humanitaria de los últimos tiempos y en la que todavía gobernaba Hugo Chávez, el líder de Soda Stereo deleitó al público caraqueño con más de una veintena de sus grandes canciones.

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Foto NA/AFP.

El campus de la Universidad Simón Bolívar (USB), en Caracas, fue el escenario de aquel show que formaba parte de la gira "Fuerza Natural", que había comenzado en la ciudad mexicana de Monterrey en noviembre de 2009 y que tenía a España como siguiente destino tras finalizar las fechas arregladas para América.

Acompañado en el escenario por la banda integrada por Richard Coleman, Anita Álvarez Toledo, Leandro Fresco, Fernando Samalea, Fernando Nalé y Gonzalo Córdoba, Cerati abrió el recital con el tema que le dio nombre a su último disco y a la gira.

Magia, Deja Vu, Desastre, Amor sin rodeos, Tracción a sangre y Cactus fueron algunas de las canciones de su último álbum que eligió para la lista de temas de aquella noche caraqueña, en la que no faltaron clásico de Soda Stereo como Trátame suavemente o Te llevo para que me lleves.

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Foto NA/AFP.

México, Chile, Uruguay, Argentina, Perú, Estados Unidos y Colombia ya habían escuchado y disfrutado de la potencia del nacido en el barrio porteño de Barracas.

Cerca de la medianoche, el ícono musical que sacudió a Latinoamérica de la mano de Soda Stereo presentó a los músicos de la banda y, luciendo un un vestuario todo blanco, a excepción de algunos detalles dorados en su chaleco, agregó: "Ahí va un regalo, no mío, de la naturaleza o de lo que sea, para todos Un lago en el cielo, acá, bien alto. Gracias, Caracas".

Luego de esa introducción, las yemas de los dedos de su mano izquierda presionaron las cuerdas contra los trastes del puente de su guitarra PRS Multifoil, la misma que lo había acompañado desde finales de los 80, y con la derecha maniobró la púa, con la exquisitez que lo caracterizó a lo largo de su carrera.

Un solo de casi dos minutos fueron el broche de aquel recital en Caracas: ninguno de los presentes en el campus de la Universidad Simón Bolívar -tanto arriba como abajo del escenario- supondría que ése sería el final de la carrera de Cerati.

Con su puño en alto, cerró con una promesa que no pudo cumplir: "Chau, Venezuela. Hasta la próxima".

Minutos después, tras sacarse la foto de familia con los músicos, sonidistas y plomos, el músico se retiró hacia su camarín, en donde sufrió un accidente cerebro-vascular (ACV) que lo hizo desvanecerse.

La historia que continuó es harto conocida: a ese episodio le continuó un largo coma que terminó en su muerte, el 4 de septiembre de 2014 en la Clínica de Rehabilitación Integral ALCLA, en el barrio porteño de Núñez.

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