Una nueva pesadilla azota a la película “Rust”. La familia de Halyna Hutchins, la fotógrafa asesinada en un confuso episodio cuando se grababa una de las escenas, demandará al actor Alec Baldwin y a varios productores por “homicidio culposo” ante un comportamiento temerario en torno al recorte de costos.

El hecho sucedió el pasado octubre cuando Baldwin manejaba una pistola, supuestamente de utilería, para grabar una de las escenas de la película. En este sentido el arma se disparó e hirió a la directora de fotografía, quien murió camino al hospital, y también al director. "Halyna Hutchins merecía vivir y los acusados tenían el poder de prevenir su muerte si no hubiesen dejado de lado su tarea de proteger la seguridad de cada persona y recortar gastos para procedimientos y cuidados donde hay vidas en juego", señala la familia en la denuncia.

La demanda fue enviada a Baldwin, la empresa 3rd Shift Media y otros productores en los tribunales de Santa Fe, donde se filmaba el wéstern. La familia indica que las evidencias en torno a la causa son “abrumadoras” y que descartan el posible sabotaje por parte de otros trabajadores de la película: "apuraban para mantenerse al día con las escenas ignorando numerosas quejas por falta de seguridad". 

Pese a esta última noticia, Alec no se tomó por sorpresa la demanda, ya que en su entrevista en diciembre pasado a la BBC mencionó que preveía que esto podría suceder. El actor y el entorno de quienes representan a la película ya tienen otras denuncias por el trágico hecho sucedido el año pasado. Esta nueva demanda, impuesta en Nuevo México, se incluyó un video con una representación del momento del disparo, en el cual se identificaron 15 violaciones a estándares de seguridad en la industria, entre ellas la inexistencia de un armero profesional que controlara el uso del arma cuando Baldwin recibió el revólver de su primer asistente de dirección, David Halls.

“Yo no apreté el gatillo... Nunca apuntaría a alguien con un arma y dispararía, nunca”, afirmó el actor en la entrevista. Dos días después del hecho Baldwin desayunó con el marido y el hijo de Halyna y según la prensa local el encuentro fue incómodo y muy triste. “Halyna era el amor de mi vida y su pérdida ha devastado los sueños de nuestra familia... nuestro amor y adoración crecen mientras contamos su historia y esperamos que su trabajo pueda inspirar a cineastas y narradores en todo el mundo”, posteó tiempo después el marido.