En un momento crítico para la industria audiovisual argentina, la reconocida y ya histórica productora de ficción Pol-Ka, cofundada en 1994 por Adrián Suar y Fernando Blanco, enfrenta una encrucijada que amenaza no solo su continuidad sino el destino laboral de sus 120 empleados.

La difícil situación se ve agravada por el hecho de que la única producción televisiva actual de Pol-Ka, la exitosa "Buenos Chicos", concluirá en marzo. Después de este cierre, la compañía se encuentra en un limbo de proyectos no confirmados, generando inquietud entre su valioso equipo, cuyos futuros laborales se tornan inciertos.

Pol-Ka, en otro tiempo líder indiscutible y referente de la producción de ficción televisiva en Argentina, se ve hoy afectada por las fluctuaciones económicas y los cambios en la industria del entretenimiento. A lo largo de casi 30 años, la empresa consolidó su posición con éxitos televisivos que dejaron huella, tales como "Poliladron: una historia de amor", "Gasoleros", "RRDT", "El sodero de mi vida", "Soy Gitano", "Vulnerables", "Locas de amor", "Campeones de la Vida", "Verdad Consecuencia", "099 Central", "Sin código", "Mujeres asesinas", "Socias", "Padre Coraje", "Son Amores", "Los Únicos", "Argentina, Tierra de Amor y Venganza", y "Esperanza Mía", entre otros.

La incursión de Pol-Ka en el cine, con películas como "Comodines", "Cohen Vs. Rossi", "Alma Mía", "Apariencias", "Luna de Avellaneda", "El hijo de la novia", "Un novio para mi mujer", "Me casé con un boludo" y "30 noches con mi ex", así como su presencia en el teatro con obras como "Revista Nacional", "La guerra de los roses", "La cena de los tontos", "Piaf", "Dos pícaros sinvergüenzas", entre otras, evidencian la versatilidad de la empresa. En los últimos años, Pol-Ka también se ha destacado por coproducciones internacionales con empresas como HBO, Telecinco de España, Disney Channel, Grupo Televisa, Turner y TNT.

Sin embargo, en este periodo reciente, varios factores han afectado las finanzas de la empresa más allá del éxito o fracaso de sus producciones. Un elemento crucial es el cambio en el modelo de producción, donde la mayoría de las productoras trabajan en proyectos con tiempos acotados de tres meses, contratando personal específico para cada producción. Pol-Ka, por su parte, se ve limitada al tener que mantener su numeroso personal durante todo el año, una estrategia que resulta inviable en el actual panorama televisivo argentino.

Además, la empresa está sujeta a los vaivenes económicos y estratégicos del país y del Grupo Clarín, del cual forma parte en gran medida. Esta conexión agrega una capa adicional de incertidumbre, ya que las decisiones a nivel corporativo pueden impactar directamente en el futuro de Pol-Ka y sus empleados.

En resumen, la situación desafiante que enfrenta Pol-Ka, emblema de la ficción televisiva argentina, refleja los retos que la industria del entretenimiento afronta en un mundo en constante evolución. La incertidumbre sobre el futuro laboral de sus empleados y la necesidad de adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado presentan un escenario desafiante para una empresa que ha desempeñado un papel fundamental en la historia de la televisión argentina.