En los últimos días se ha desatado una polémica en las redes sociales a partir de un artículo de un medio estadounidense que criticó el “beso del amor eterno” que el príncipe le da a Blancanieves al final de la película para liberarla del hechizo.

Dos periodistas visitaron una renovada atracción de Disneylandia y, aunque aseguraron que esta “conserva gran parte del encanto” del juego original, cuestionaron que se mantuviera el mismo final que el de la película de 1937.

“Blancanieves está dormida y, por lo tanto, el beso no fue consensuado. No puede ser amor verdadero si solo una persona sabe lo que está sucediendo”, opinaron las periodistas Julie Tremaine y Katie Dowd, del medio SFGate.

La atracción se llama “El deseo encantado de Blancanieves” y está situada en el parque que se encuentra en Anaheim, a pocos kilómetros de Los Ángeles, que reabrió tras 400 días de estar cerrado por la pandemia.

“¿No acordamos ya que el consentimiento en las primeras películas de Disney es un problema importante? Es difícil entender por qué Disneylandia en 2021 elegiría agregar una escena con ideas tan anticuadas de lo que un hombre puede hacer con una mujer”, argumentaron las autoras del artículo.