A lo largo de su carrera, Nicolás Cabré cosechó fama de tener un carácter complicado, sobre todo a la hora de dar entrevistas o vincularse con los periodistas y fotógrafos que quieren conocer más detalles de su vida. Sin embargo, entre tantas malas experiencias, hubo una nota que le cambió la vida, ya que pudo concretar el sueño de su infancia.

En un verano en el que estaba haciendo temporada con Alfredo Alcón en Mar del Plata, el actor solo accedió a tener un reportaje con Carozo y Narizota para Crónica y al fin tener un mano a mano con quienes habían sido sus ídolos. "El jefe de prensa me dijo ‘¿me lo estás diciendo enserio? Te la armo’. La llamé a mi mamá y le dije 'grabalo con la videocassettera, voy a hablar con Carozo y Narizota'. Llego al Hotel Provincial y me hago el tranquilo, pero yo estaba muy nervioso", recordó en diálogo con Germán Paoloski en Nunca es tarde.

"Miraba a ver si estaban por algún lado, y viene uno y me dice ‘Nico, te pido perdón, pero no los pudimos traer'. Y yo casi me quedo hemipléjico del odio que tenía. Y yo pensaba 'me acostaron mal' mientras me prometían que íbamos a hacer la nota. Y me piden 10 minutos y salen en un monitor que había ahí Carozo y Narizota", agregó.

En ese momento, Cabré no podía creer que los personajes sabían su nombre y no dudó en decirles lo que representaban para él. "Les dije: ‘disculpenme pero estoy muy nervioso. Ustedes me acompañaron toda la infancia y no puedo hablar’ y después me invitaron a tomar la leche y todo eso. Estaba muerto de amor", contó el actor que volvió a ser sorprendido por los títeres creados por José Luis Telecher en vivo, con la diferencia de que esta vez, Narizota le profesó su fanatismo a él.

Emocionado, Nicolás se acercó a los muñecos para sacarse una foto con ellos y lamentó no haber tenido tiempo para ir a tomar la leche con ellos cuando lo invitaron hace más de diez años. "No me puedo sacar la sonrisa de la cara", concluyó el actor que en los próximos días estrenará Me duele una mujer en calle Corrientes junto a Mercedes Funes y Carlos Portaluppi.