"Después de dos años de pandemia, todos nos encontramos disfrutando del aquí y ahora, sin pensar en el mañana. Eso hace que cada cosa que elegís sea desde el deseo, las ganas, el encuentro", señala Mey Scapola. Su teoría se ve reflejada en su presente laboral, ya que de jueves a domingos se sube al escenario del Met Sura junto a Brenda Gandini, Gonzalo Heredia, Sabrina Rojas, Luciano Cáceres y Esteban Lamothe para hacer Desnudos, una obra que comenzó en el verano de 2020 y se mantiene con éxito. 

"Me gusta mucho hacer teatro en Buenos Aires. Sobre todo porque en el verano hay una mezcla de la gente que se queda en Capital, los que vienen de las provincias. Además lo disfruto un montón hacer una obra con amigos", explica en diálogo con Noticias Argentinas y asegura que no da por sentado el apoyo del público: "Cuando terminamos cada función, le agradecemos a la gente que vuelve al teatro, porque es una fiesta para nosotros ver la sala llena, que confíen en los protocolos, porque seguimos cuidándonos pero con menos miedo".

-Desnudos empezó antes de la pandemia, con funciones agotadas, ¿fue difícil pasar de ese éxito a adaptarse al aforo reducido y los nuevos protocolos?

-Nosotros tuvimos la suerte de volver en pandemia cuando el aforo permitido era el 70% y para un teatro tan grande, estaba bueno. No tuvimos el impacto de otros espectáculos que empezaron con el 30 o 50%, pero lo más importante para nosotros es que la sala se llena por el boca a boca. Podés agotar las primeras funciones por prensa o por algunos actores que convocan más, pero solo se mantiene cuando la gente te recomienda y realmente lo pasa bien.

-Como actriz, ¿es distinto hacer la misma obra por dos años a encarar un proyecto nuevo?

-Para mí el teatro tiene dos posibilidades cuando lo hacés por dos o tres temporadas: la pasás increíble o se convierte en ese trabajo de oficina que no te bancás, pero que lo hacés por otras razones. En este caso, somos conscientes de que somos privilegiados por hacer una obra que nos gusta, nos divierte, con un director que nos entiende y con amigos. A mí nunca me había pasado reunir todas esas características en una obra que va bien, con gente que amo, con hijos que se encuentran en el camarín y que se adoran.

-Hablás de trabajar con amigos y tanto en las entrevistas como en las redes sociales se nota que hay mucha complicidad con el elenco.

-Sí, es algo que se da con todos. Brenda, Sabrina y yo nos hicimos muy amigas, pero también con los chicos me llevo muy muy bien y tengo una relación aparte con ellos. El clima de trabajo es hermoso, con mucha diversión e incluso durante toda la pandemia nos seguimos viendo, nos juntábamos cuando se podía. Hay mucha confianza, nos conocemos todos y sabemos todos el lugar que ocupa cada uno.

-En las redes sociales solés dar tu opinión sobre cuestiones políticas, de actualidad y de género, ¿formás parte del Colectivo de Actrices?

-Soy parte y estoy en el WhatsApp pero hago muchísimo menos de lo que me gustaría hacer, porque hay chicas que realmente le ponen el cuerpo. Apoyo todas las causas desde mi humilde lugar y me siento muy representada por lo que hacen. Hacen asambleas, se ponen la bandera al hombro y es maravilloso. Yo acompaño en lo que puedo, sobre todo para visibilizar las luchas con las que me siento identificada.

-La irrupción de Actrices Argentinas coincidió con un cambio de paradigma y del rol de la mujer en la sociedad, ¿Ves esos cambios en la industria?

-Sí, porque cuando arrancó Actrices fue con la lucha por la Ley del Aborto y hubo un cambio en todos los ámbitos. Hubo más mujeres que se animaron a denunciar, empieza a haber más respecto para con nosotras, faltan años y el patriarcado sigue, pero de a poco lo vamos cambiando. Hay tantas mujeres como pensamientos y podemos no coincidir en todo, pero cuando las mujeres se juntan que es forma algo muy potente. Por supuesto que tenemos nuestros quilombos, falencias y nos equivocamos, pero de a poco vamos consiguiendo lo que queremos.

-A la par, se convirtieron en blanco de críticas ya sea por su postura frente a algún conflicto en particular o por la orientación política de algunas de las integrantes.

-No quiero decir ninguna mala palabra, pero me parece de una pobreza intelectual atacar a un grupo de actrices, periodistas, o lo que sea, por sus diferencias políticas. Por supuesto que va a haber diferencias políticas e ideológicas, no pertenecemos a un partido político y todas pensamos distinto. Nos unen causas vinculadas a la violencia, el acoso, el aborto, después yo no le pregunto a nadie a quién votó. ¿Por qué deberíamos pensar todos igual? Pasa en cualquier grupo se presentan estas diferencias. Yo tengo mi carácter, una postura ideológica tomada y sé a quién voto y eso no cambia el amor que siento por alguien que no coincide conmigo.

-¿Te has sentido juzgada por tu postura?

-Cuando defendés una idea, vas a ser atacado por alguien. Yo no soy tibia y me banco las críticas porque digo lo que pienso. Me la banco como cualquiera que defiende una idea, de trabajo, profesión, feminista, política... Si vas a defender una idea, sabés que hay gente que la va a atacar para defender la suya, yo estoy muy a favor de la discusión. No hay que ningunear ni ser violento, pero todo lo que sea discutir para mí está bienvenido, porque eso es la democracia.