En 2020, con la irrupción de la pandemia del Covid-19, Marcela Feudale decidió alejarse de la tele para limitarse a hacer su programa de radio desde su casa y evitar exponerse al virus. Sobre todo, porque está a cargo de su madre, que tiene 84 años y pertenece al grupo de riesgo. Y este año, antes del inicio de "ShowMatch" se comunicó con Marcelo Tinelli para informarle que no estaría en el ciclo hasta no estar vacunada. En medio de las controversias que disparó el regreso del conductor a la televisión y los protocolos, la locutora habló de su alejamiento del programa al que pertenece hace más de 30 años.

“Extraño algo, la rutina que tenía. Yo vivía a dos mil por hora, pero esta bajada me hizo bien. Estaba muy acelerada. En vez de doscientas revoluciones tenía cinco mil por minuto. Más allá que todo esto es una miércoles, esto me vino bien. Poder parar y replegar lo disfruto”, contó "La Enana" en una entrevista radial y aseguró que no vio el primer programa para "no angustiarse". Sin embargo, destacó que no la pasa mal lejos de la pantalla chica: "No me cuesta tanto separarme de algo que fue mi rutina cotidiana durante 27 años”.

También hizo referencia a las críticas que recibió Tinelli por los protocolos que se implementaron en su equipo de trabajo. “Lo que sé y me confirmaron es que hay una gran cantidad de protocolos. Los que están en el aire es en el único momento que no usan barbijos, todos los de alrededor sí. Las distancias se mantienen y el estudio es tres veces mayor que el anterior”, detalló. Y explicó que en este contexto, no imagine estar en un proyecto que implique trabajar con tantas personas: "No tendría el temple para estar en una situación rodeada de tanta gente. Siempre fui un poco fóbica social . Además tengo mucho respeto a este bicho. No quería ser la que enfermera a mi vieja ni enfermarme yo”.

Por último, defendió al "Cabezón" por haber esperado para vacunarse en la Argentina, a pesar de haber tenido la oportunidad de hacerlo antes en el exterior. “Marcelo se vacunó acá. Tenía mucho prurito de hacerlo afuera. A él se lo acecha constantemente. Hay una cosa obsesiva con todo lo que hace o dice. Por eso sabía que no iba a ir a vacunarse afuera. No quería que le rompieran las bolas”, concluyó.