Hace días que Carmen Barbieri afronta varios problemas de salud. Luego de la brutal caída que sufrió en su camarín que le provocó una lesión en el tobillo justo antes de salir a la pista de “Cantando 2020”, le diagnosticaron herpes zóster, popularmente conocido como culebrilla. Y como su estado no mejora, deberá ser reemplazada en el certamen que conducen Ángel De Brito y Laurita Fernández nada menos que por su gran amiga y colega, Luisa Albinoni. “Lo haré con mucho amor y respeto por Carmencita”, expresó la actriz en sus redes.

Horas antes de que le confirmaran su reemplazo, Albinoni dio una entrevista a Pasa Montagna, en Radio Rivadavia, en la que contó cómo se prepara para enfrentar al jurado compuesto por Moria Casán, Oscar Mediavilla, Karina La Princesita y Nacha Guevara, ya que en un principio se iba a sumar al concurso en el ritmo en trío. “No sé cómo me va a ir. Lo voy a tomar realmente como un aprendizaje, porque yo soy una actriz que canta, no soy cantante. Si bien empecé en comedia musical, no es mi oficio cantar. Tengo mucha emoción, muchos nervios y mucha alegría”, contó la actriz.

Y destacó la estrecha relación de amistad que mantiene con Barbieri: “Nos llevamos muy bien con Carmen. Hemos hecho revistas, comedias, muchos trabajos juntos. Somos muy amigos y en este tiempo de pandemia, con el problemita que tuvo con Fede que gracias a Dios lo ha superado, hizo que nos acercamos muchísimo más, nos mensajeamos a la mañana para ver como estamos, a la noche para ver cómo seguimos”.

Además, señaló que los problemas de salud de Carmen pueden estar relacionados a los niveles de estrés que vivió en los últimos meses, ya que en diciembre pasado falleció su ex marido Santiago Bal y en marzo de este año, su hijo Federico fue diagnosticado con cáncer de intestino, enfermedad que superó luego de hacerse un tratamiento de quimioterapia. “A Carmen le pasó de todo, no tuvo un respiro, una desgracia detrás de otra, y al aflojarse bajaron sus defensas. Pero ahora tiene que pensar en ella y ponerse fuerte de nuevo porque hay que salir a trabajar. Nosotras vamos a dejar de trabajar cuando estiremos la pata”, señaló Luisa con la simpatía que la caracteriza.