Si bien había organizado su agenda para poder pasar unos días en familia en Buenos Aire, Vanina Escudero se vio obligada a cambiar de planes a raíz de varios problemas de salud. Luego de sorprender a su hermana Silvina por su cumpleaños, junto a sus hijos Joaquina y Benicio -fruto de su matrimonio con Álvaro Navia- comenzó a sentir fuertes dolores abdominales y quedó internada por un diagnóstico de folículo hemorrágico.

"Tengo un folículo hemorrágico, que de manera inusual, se da en el ciclo de las mujeres. Nunca me había pasado, quien lo pasó sabe que el dolor es insoportable", había explicado la bailarina en sus redes y contó que si bien su marido no había podido sumarse al viaje familiar por sus compromisos laborales, estaba organizando todo para poder acompañarla. Tras pasar dos días en la Clínica Olivos, el jueves 7 recibió el alta pero a las pocas horas volvió a ser hospitalizada.

"A Vanina la tuvieron que volver a internar y le realizaron una cirugía de urgencia. Aún sigue internada. Mejorando. Nos turnamos para cuidarla. La mayoría de las preguntas son sobre la salud de ella. Supongo que ya les contará", explicó Silvina en sus historias de Instagram, ante la consulta de uno de sus seguidores. Mientras que la periodista Karina Iavícoli explicó en Intrusos que la panelista de Los Mammones quedó al cuidado de sus sobrinos.

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Y aunque en un principio no quiso dar muchos detalles sobre la intervención a la que se sometió su hermana, en diálogo con Pía Shaw para Los ángeles de la mañana, la bailarina habló de las complicaciones de salud que sufrió Vanina. "El viernes a la madrugada empezó con dolores de nuevo, después del alta del jueves. Tomó la pastilla que le había dado el médico para un eventual dolor pero nunca le paró, así que al rato la llevé otra vez a la clínica, siempre suponiendo que se trataba de lo mismo pero no fue así", relató Silvina.

"Hablé con Álvaro, que empezó a activar la logística para venir desde Uruguay, porque ya nos dábamos cuenta de que había algo más", detalló y reveló que luego de hacerle una serie de estudios, descubrieron que Vanina tenía un problema en la vesícula, pero durante la operación, los médicos se dieron cuenta de que también tenían que sacarle el apéndice. "Terminó siendo una cirugía mucho más compleja y grande porque se juntaron muchas otras cosas", concluyó.