Longobardi dijo que si Milei lo insulta, "nadie abre la boca"
En entrevista con radio Rivadavia, el periodista se refirió a la situación de los medios en la actualidad e hizo un breve repaso por su carrera.
El periodista Marcelo Longobardi habló sobre la situación actual de los medios de comunicación en el programa “Pasa montagna”, conducido por Pablo Montagna en Radio Rivadavia.
Al ser consultado sobre comunicadores radiales, Longobardi afirmó: "Convivir con rockstars es un asunto muy complejo" y, en el mismo marco agregó: "Los periodistas tenemos que estar involucrados con el trabajo de los colegas, con la libertad de expresión. A mí (el Presidente Javier) Milei me dice 'hijo de puta' y nadie abre la boca".
"Traté de no hacer periodismo de periodistas, pero hay un punto donde, hoy en día el problema de los medios de comunicación y de los profesionales involucrados en la política, operaciones y cosas raras, es un tema. El periodismo se volvió, en algunos casos, un obstáculo para los gobiernos", señaló el conductor matutino de Rivadavia.
Además, el periodista recordó su trabajo en Estados Unidos: "La compañía que me contrató colapsó y volví a Argentina para estar en Rivadavia". A su vez afirmó que si lo hubieran llamado de su trabajo anterior, no regresaba.
"No tengo formación, ni soy profesor de historia. Me crié en la calle, me autoeduqué e hice mi vida como pude", remarcó Longobardi previo a hablar de lo que denominó como "la traición de CNN y Cinthia Hudson", el proyecto por el que debió mudar a su familia al país Norteamericano y luego, no dio frutos.
"Me fui molesto de Radio 10. El día que se anunció que a la radio la compraba Cristóbal López (el empresario petrolero vinculado al kirchnerismo), renuncié": detalló y agregó "les dije 'me parece que yo soy un obstáculo y me tengo que ir', así que le anuncié mi renuncia a Daniel (Hadad) y a un tipo de Cristóbal López", apuntó el conductor.
Según relató en el programa conducido por Pablo Montagna, desde la emisora fue retenido por un tiempo, pero luego no resultó y finalizaron su contrato.
"El día que me echaron no me importó nada. Yo estaba pasando por problemas personales muy serios. Salía en las tapas de los diarios que me iba a echar. En ese momento, uno de mis hijos estaba con un problema de salud que no era, estábamos muy asustados con un error de diagnóstico", contó Longobardi.
"Yo me lo esperaba, además no quería seguir trabajando ahí, y estaba con Ignacio -su hijo- que me parecía una cosa maravillosa y le dije 'si, hasta luego'. En ese momento, me llamó Fontevechia, le dije que me había echado Cristóbal López -aunque la frase no era exacta- y al minuto se volvió título del diario", indicó sobre su despido.
"Me preocupa la salud de Jorge Lanata. Lo saqué al aire antes de su internación y me parecía interesante demostrar que dos personas que se llevan mal pueden hablar, y él aceptó", explicó el conductor.
Al respecto continuó: "Tuve muchas charlas con Jorge sobre su salud. Un día fui a la casa y le pregunté cómo tenía 70 cajas de remedios en su escritorio, y me dijo ´yo soy de hierro, nadie puede vivir con lo que yo tengo ´".
"Ya no soy lo que era. Aparte la industria cambió. Antes en la televisión hablábamos de política tres tipos, hoy en día somos miles. Cambió todo y, por suerte, no soy el tipo relevante que era hace 15 años", reflexionó el conductor.
"Hoy en día tenés un tipo que dice ocho barbaridades al aire y tiene 500 mil seguidores. La gente quiere escuchar lo que ratifica su punto de vista y estamos muy cerrados mentalmente", apuntó Longobardi.
Respecto a los medios de comunicación actuales, el periodista se preguntó: "¿Cómo competís contra un tipo que tiene 500 mil seguidores porque dice que 'todos son unos hijos de su madre’? que es más entretenido que escucharme a mí, que trato de ser mucho más sutil".
El conductor contó que, durante su anterior trabajo, reflexionó que "hacía mucho que no viajaba con mis hijos", lo que calificó como la búsqueda de un equilibrio entre la carrera y su familia: "hacía como ocho años que no me tomaba vacaciones en enero y me perdía a mis hijos".
Luego de que le regalaran los pasajes, Longobardi decidió "ir a jugar al golf en Escocia". El conductor explicó que "como todos los golfistas, tenía la idea en la cabeza" de practicar el deporte en ese país. Tal como lo desarrolló: "fue producto de esa casualidad, que nuestros viajes todos los años, se volvieran religiosos".