La vuelta de Miguel Ángel Rodríguez al teatro en su rol más emotivo
El actor protagoniza la obra teatral “Quieto”, junto a Florencia Naftulewicz y Noticias Argentinas habló con la escritora y actriz.
Un padre que carga un dolor y tiene su vida en pausa y una hija dispuesta a escuchar y a acompañar para ayudar a sanar. Una historia en la que nos vemos reflejados, nos reímos y nos emocionamos, y mucho. “Quieto” relata el encuentro entre un padre y una hija con diálogos que nos hacen reconocernos en ellos e interpelarnos.
Escrita y protagonizada por Florencia Naftulewicz, “Quieto” marca el regreso de Miguel Ángel Rodríguez a los escenarios y su debut en el teatro independiente. Desde el Nün Teatro Bar este actor que tanto supo hacernos reír demuestra su calidad para interpretar a un personaje difícil y a la vez entrañable.
“Quieto” es la nueva obra teatral que a solo días de su debut ya tiene localidades agotadas y se convierte de a poco en la joyita del teatro independiente. El lujo de ver a un actor en uno de sus mejores papeles y la gran sorpresa de Florencia Naftulewicz, que no solo interpreta a la hija del protagonista, sino que también fue la creadora de este texto que no tiene errores, como ya pudimos ver en “Las Cuñadas”, su trabajo anterior en el que se puso al frente de una comedia.
En diálogo con Noticias Argentinas, la escritora y protagonista de la obra contó cómo es trabajar con Miguel Ángel Rodríguez en una obra donde únicamente ellos dos están sobre el escenario transitando por distintas emociones en un vínculo parental que resulta un reflejo para muchos de los espectadores.
- ¿Cómo se te ocurrió "Quieto"?
- 'Quieto' se me ocurrió hace dos años cuando por primera vez pasamos con una obra mía ('Las Cuñadas') del teatro independiente al teatro comercial. Tenía tanta efervescencia y felicidad de estar viviendo esa experiencia que quería seguir escribiendo y me acuerdo que esa misma semana que fue el estreno en el teatro Metropolitan abrí la computadora y empecé a escribir lo que hoy es 'Quieto'.
Me vino como disparador el encuentro de un padre con una hija y desde que empecé a escribir no paré, me venían imágenes del padre, de la casa, el vínculo y tenía muchas ganas de contar el nivel de tensión que podía haber entre ellos dos. Surgió sin quererlo, a partir de la intuición, de una imagen.
- ¿Por qué pensaste en Miguel Ángel Rodríguez para el rol de padre?
- Cuando empecé a escribir la obra siempre supe que tenía que ser un actor con mucha experiencia y con el cual tenga muchas ganas de trabajar. Estaba viendo 'Barrabrava', la última serie de Miguel Ángel Rodríguez, y pensé que sería un actor espectacular, pero lo vi como una locura. Dije 'estoy loca, debe tener 1500 proyectos y no va a querer hacerlo, pero me animé y se lo dije a una de las productoras. Él leyó la obra y quiso hacerla.
- ¿Cómo es trabajar con Miguel Ángel Rodríguez?
- Nunca había trabajado con un actor de tanta experiencia y trayectoria y al principio tengo que admitir que fui con un poco de miedo de con qué me iba a encontrar, pero desde la primera reunión yo me encontré con un par, con un tipo que además del actor que es, sobre todo es una grandísima persona. No tengo más que palabras de agradecimiento hacia Miguel, es un actor generoso, que te da el lugar y que está más preocupado por el trabajo del compañero que por el propio. Teniendo la posibilidad de hacer lo que quiera en cine, en teatro o televisión, él decidió ahondar en nuevas aguas y hacer teatro independiente que nunca lo hizo.
Es una gran enseñanza escucharlo decir que siempre tenemos cosas para aprender y que el actor tiene que ponerse nuevos desafíos y nunca estar cómodos. Eso también nos pasa en el escenario, siempre intentamos buscar cosas nuevas y él me ayuda muchísimo, es un compañero extraordinario arriba y abajo del escenario. A veces los roles también nos habitan y en todo este tiempo fue mi papá y me cuida como tal.
- ¿Cuál es la devolución del público en estos primeros días en cartel?
- Empezamos hace poco, pero estamos muy felices porque la devolución del público está siendo muy positiva y muy hermosa, sobre todo muy cálida y de mucho agradecimiento. Lo notamos también en el aplauso de cada función, que es muy emocionante. Hay algo de la obra que genera un espejo con el espectador y eso fue gracias al director (Francisco Lumerman) por la puesta que armó. Estamos recibiendo críticas hermosas, el público sale conmovido. Es una comedia dramática, entonces tienen la posibilidad de empezar riéndose y de salir emocionados. Yo estoy muy agradecida y muy feliz con lo que está pasando con esta obra.
La obra es dirigida por Francisco Lumerman y se presenta los viernes a las 21 horas y los sábados a las 18 horas en el Nün Teatro Bar, ubicado en Juan Ramírez de Velazco 419.