Isabel se convirtió en la cuarta eliminada de Gran Hermano, pero antes protagonizó una de las peleas más grandes que tuvo el reality hasta el momento. Todo comenzó cuando la participante de 65 años escuchó que un grupo de chicas se refería a una delicada situación  de salud que estaría atravesando su hijo y cuestionó como una médica como Catalina podía hablar así sobre una enfermedad.
 

“A la mayoría nos saca lo peor, el llanto más grande, la tristeza más grande, ¿cómo que no? De todos modos, lo que yo diga siempre va a ser que no”, opinó Isabel, pero Catalina le respondió: “Todos nos callamos la boca con vos, porque sino sos insoportable y muy mentirosa”.
 

Luego continuó enojándose y no pudo contener las lágrimas: “Sos tan básica. Y te voy a decir otra cosa, Isabel, si te interesa escuchame, sino me chupa un huevo. Cuando dijiste ‘ay, una médica diciendo ‘tarada’, si la ignorante sos vos que no sabés que ‘tarada’ es un insulto y no una enfermedad, y lo ponés como enfermedad, sabiendo que siempre te escuché, la verdad es que esto es un golpe bajo, tristísimo”.
 

Y siguió: “Lo dijiste dos veces, lo dijiste ese día a la noche y al otro día ‘una médica diciendo esto’. Sí, ¿sabés qué? Una médica hecha y derecha como se debe, y que no critica a nadie, más que a la gente que buchonea. Eso es lo que sos. Vos tenés dos hijos enfermos y yo te escuché, te aconsejé, intenté hacer todo. Vos lo único que te importa es el quilombo. Nunca conocí una mina tan vieja y chota como vos”.

“Quedate tranquila, si yo me voy a ir”, le dijo Isabel, pero Catalina continuó: “¿Qué tiene que ver que te vayas? esto es ser humano más allá de que te vayas o no te vayas. Dios mío. ¡Víbora inmunda!”.
 

Finalmente, Isabel se encontraba en lo cierto y fue ella quien abandonó el juego.