Barby Franco habló en Desayuno Americano sobre la violencia que sufrió durante su infancia y adolescencia por vivir con un padre alcohólico y golpeador.

Ya en el rol de madre de Sarah y con una pareja consolidada con el abogado Fernando Burlando, la modelo decide que su hija viva la infancia feliz que ella no tuvo.

“Hoy lo puedo hablar, pero fueron muchos años de terapia. Me costó perdonarme a mí misma. Tenía 15, 16 años y sentía felicidad de que esté preso, porque sabía que lo que estaba haciendo estaba mal”, contó Barby en la charla con Pamela David.

Ampliar contenido
X de América TV

“En ese momento ni se hablaba de violencia de género. Cada vez que iba con mi mamá a la comisaría 32 de Parque Patricios se nos reían en la cara. Y mi mamá iba con moretones, y yo también”, rememoró la modelo sobre lo que tuvo que atravesar en un país donde no importaban este tipo de dramas.

“Yo a los 12 años empecé a tener consciencia de que no estaba bien lo que estaba haciendo. Yo me tenía que maquillar el moretón. Hasta armas había en mi casa. Pero lo veía re natural. Después me empecé a dar cuenta de que lo que él estaba haciendo estaba bien. Decía ‘¿Por qué me tiene que golpear si el papá de mi amiga Nadia a ella no le pega?’ Ahí lo empecé a hablar con mi mamá, que era muy sumisa y muy esclava de él. Ella estaba entrando en depresión. Entonces, le dije ‘loca, vamos, levantate y hagamos la denuncia porque esto no está nada bien. Hicimos 1, 2, 3, 4 denuncias y se nos reían en la cara. 5, 6 denuncias, porque teníamos que hacer algo”, detalló Barby.

Finalmente, pudo conseguir ayuda y su padre quedó preso, algo que ella celebró porque marcaba el fin de tantos momentos violentos que tuvo que atravesar.