El jueves 1º de julio llega a Netflix la primera temporada de "Jóvenes altezas", una serie sueca destinada al público juvenil que cuenta la historia del príncipe Wilhelm (Edvin Ryding), uno de los herederos de la monarquía escandinava que llega al internado Hillerskay luego de causar varios problemas en su familia. Y lo que al principio fue un castigo se termina convirtiendo en la oportunidad perfecta para que pueda descubrir quién es y qué vida quiere tener más allá de las presiones y privilegios por formar parte de la realeza.

En su paso por la exclusiva institución, el protagonista se encontrará con algunas caras conocidas, personas que solo quien estar cerca de él por el cargo que ocupa y también vivirá su despertar amoroso con un compañero de curso. Pero las ilusiones sobre poder tener una vida normal lejos de la corona y sin las presiones de su familia se esfuman cuando se entera que repentinamente se convirtió en el primero en la línea sucesoria al trono, motivo por el que deberá elegir entre su deber o el amor.

Con este punto de partida, el proyecto creado por Lisa Ambjörn promete ser la combinación perfecta entre "The Crown" y "Elite". Por un lado, tiene puntos en común con la serie sobre la Reina Isabel de Reino Unido, porque se centra en la vida de un miembro de la realeza, sus obligaciones y responsabilidades. Y aunque aunque no está basada en una historia real, al igual que le pasó a Elizabeth, Wilhelm no tenía en sus planes asumir un cargo como rey y renunciar a su libertad.

Por otro lado, al igual que la serie española hará foco en los vínculos y actitudes de un grupo de chicos ricos, sus ambiciones, caprichos y todos los problemas que enfrentan en la adolescencia. Cabe señalar que en la cuarta temporada de "Elite" se sumó el cantante Pol Granch el príncipe Phillipe Florian Von Triesenberg, heredero de la realeza franco-española. Y al igual que el protagonista de "Jóvenes Altezas", este nuevo personaje llega a Las Encinas dispuesto a terminar sus estudios secundarios con un perfil bajo. Que no se debe a que no le guste llamar la atención ni ser el centro de todas las miradas, sino que debe pasar desapercibido para no alimentar los rumores que circulan sobre él. Pero con el paso del tiempo, no tarda en mostrar su verdadera personalidad.