A fines de mayo y por pedido de su hijo Morrison, Jimena Barón se instaló en la casa de Daniel Osvaldo para pasar la cuarentena en familia. Pero a comienzos de esta semana, la actriz volvió a su departamento. “Volví a mi casa porque estoy con un tratamiento en el hombro que me lo lastimé, ayer me lo pincharon y tengo que volver para que me lo pinchen. Está todo bien”, le explicó a sus seguidores y desmintió cualquier tipo de pelea con el futbolista, dejando en claro que nunca volvieron a hacer pareja.

Según explicó la misma Jimena, las últimas semanas tuvo varios problemas de salud: le diagnosticaron una tendinitis en el hombre, tiene un fuerte dolor en el ciático y se había encontrado un bulto en una mama, que resultó ser una contractura muscular. Y ante este panorama, Barón decidió regresar a la casa de su ex para estar acompañada.

“Roberto, vas a tener que asistirme, así que poné los ñoquis”, le comunicó a Osvaldo a través de una historia de Instagram. Y escribió: “Todo el viento a tu favor. Ese 'walicho' sí se puede ver". A lo que Daniel respondió con mucho complicidad: "Yo te asisto, Mabel".

Cabe señalar que Jimena fue muy criticada cuando contó que iba a pasar la cuarentena con Daniel Osvaldo, ya que anteriormente lo había denunciado públicamente por violencia verbal. Y harta de las críticas, explicó que tomó esta decisión por el bien del hijo que tienen en común: “Siempre que el papá de mi hijo me de lugar y muestre predisposición, voy a estar con una sonrisa enorme. Viví toda mi vida con papás que se llevaron como el culo y duele. Haré siempre todo lo posible para regalarse otro capítulo de papás a mi hijo”.