Graciela Borges y Susana Giménez se conocen hace muchos años, desde sus inicios en el medio como actriz y modelo, respectivamente. Sin embargo, hace tiempo que están distanciadas y el quiebre de una amistad tan larga disparó todo tipo de versiones. Sin embargo, en una entrevista con Intrusos, la gran referente del cine nacional se metió de lleno en el tema.

"Te quería preguntar, porque es más un mito popular, y también una curiosidad mía. ¿Te alejaste con los años de Susana Giménez? ¿Eras más amiga o es una cosa natural que se dio?", le preguntó Rodrigo Lussich y Graciela explicó como es su vínculo con la diva. "Yo la quiero muchísimo a Susana y tenemos muchas conversaciones. Hay muchas cosas en las cuales disentimos, que es un ejercicio de la inteligencia. Yo tengo mucha gente que piensa y siente de distinta manera, pero el amor no es un paquete que va poniendo o sacando, según le convenga, de acuerdo a lo que el otro hace", comenzó.

Estas diferencias en sus pensamientos no hicieron mella entre ellas, sino que son uno de los tantos aspectos de su personalidad. "Tengo amigos que piensan diferente, y que son amados y respetados. La única cosa que hay que hacer es hablar, y tener cuidado con las peleas. Yo me di cuenta de que cuando me pongo violenta pierdo lo centrada que tengo que estar con la gente para no herir en el otro la dignidad de su propia expresión", reconoció la artista.

Y expuso una divertida teoría sobre el motivo por el que ya no se frecuentan tanto como antes. "Susana Giménez es y será, desde el día en que la conocí, muy amiga mía. No la he visto en mucho tiempo. Es verdad que, en un momento dado, no sé si es porque fui su testigo de casamiento que… Se debe haber enojado porque le permití casarse con Roviralta", contó con humor, en referencia al conflictivo divorcio de la diva con el expolista, al que le tuvo que dejar gran parte de su fortuna. Y remató: "De esas tuve varias: también con Nacha Guevara y Emilia Mazer. Parece ser que no soy recomendable para no tener ninguna cosa de casamiento con nadie".

Más allá de las bromas, Borges reveló que cada vez que habla con Susana y le habla de Jesusita, su nieta, la rubia siempre se alegra. "Susana nunca habla mal de nadie. Tiene una especie de simpatía, amorosidad, recibe bien. En general la gente del medio es muy linda gente porque somos artistas", concluyó.