Mientras disfruta de sus vacaciones en Mar del Plata, acompañada por Pablo Goycochea, su marido, y sus hijos, los mellizos Paul e Isabella, Flor de la V compartió en sus redes una fuerte reflexión sobre lo mal que la pasaba en la playa por ser una chica trans.

"Para mia, el pasillo de la carpa fue durante an~os mi peor pesadilla, para muchas mujeres lo sigue siendo. Muchas chicas se preocupan por algunas estriaas o un poco de celulitis: imagianense coamo se sentiriaan ustedes si todas las miradas fueran constantemente a sus genitales. Muches tienen una obsesioan con la entrepierna de las mujeres trans", empezó la actriz en su cuenta de Instagram.

Y continuó: "La idea fija... si se nota algo, si estamos operadas, ¿Cómo hacen? ¿Por quea preocupa tanto eso? Para todes les interesades, les cuento, se llama truquian o trucar. Y sia, puede ser doloroso. Las mujeres trans lo hacemos por legiatima defensa, si no cumplimos con los estaandares cis-normativos de la femineidad, somos castigadas".

Por los motivos antes mencionados, Florencia llamó a sus seguidores a recapacitar sobre las formas de pensar y actuar en relación al género y aseguró que pudo librarse de los prejuicios ajenas. "Hoy vivo y disfruto de mi cuerpo con plenitud, ya no soy esclava de la mirada de otres. El mejor cuerpo no es aquel que vemos en revistas, sino el que portan quienes viven su existencia gozando, sintiendo y tomando decisiones que no dependan (tanto) de la mirada ajena. Lo importante es que si queremos un mundo maas amoroso y empaatico, trabajemos para que la multiplicidad (y no la homogeneidad) del cuerpos sea lo asumido como norma", concluyó.

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